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Enero 2011

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ARTÍCULOS

Factores para el análisis de la participación de los estudiantes

Albert Basart Capmany - Secretario de la Comisión de Estudiantes de AQU Catalunya

El papel de los estudiantes como agentes transformadores de la enseñanza universitaria ha sido ampliamente reconocido por los comunicados y declaraciones que han articulado el desarrollo del Espacio europeo de educación superior durante la última década. Siguiendo esta línea trazada en el ámbito continental, las instituciones implicadas en la enseñanza universitaria catalana (universidades, Gobierno, agencias) hemos ido progresivamente introduciendo cambios y llevando a cabo acciones que han permitido avanzar en este enfoque, otorgando un mayor protagonismo al colectivo de los estudiantes en distintos niveles de actuación y de toma de decisiones.

AQU Catalunya, desde los inicios de su actividad evaluadora a finales de los años noventa, ha contado con la presencia de estudiantes en los procesos de aseguramiento de la calidad. Esta presencia se reforzó notablemente en el año 2005, con el arranque del programa de formación en aseguramiento de la calidad para estudiantes y la incorporación de los estudiantes en comités de evaluación externa. La agencia catalana, que ya fue pionera en impulsar la presencia de estudiantes en las evaluaciones, lo volvió a ser a principios de 2010 con la creación de la Comisión de Estudiantes de AQU Catalunya. Dicha Comisión, de carácter permanente y formada por una decena de estudiantes de distintas universidades catalanas, trabaja para ampliar y sistematizar la participación de los estudiantes en las actividades de evaluación de AQU Catalunya y asesorar a la agencia catalana en aquellos proyectos que tienen un impacto directo sobre el colectivo.

Entre las diversas líneas de trabajo que ha puesto en marcha la Comisión de Estudiantes, hay una que tiene el objetivo de analizar el fenómeno de la participación de los estudiantes en la mejora de la universidad. La primera acción de este análisis, una Jornada celebrada en la Universitat Rovira i Virgili el pasado 15 de diciembre de 2010, nos ha permitido echar un vistazo a los mecanismos y la cultura de participación externos a nuestro sistema universitario. La Jornada contó con representantes de estudiantes de países europeos y de asociaciones transnacionales presentes en nuestro sistema universitario, los cuales nos ayudaron a analizar los factores que influyen en los niveles y la calidad de la participación. A continuación, se esbozan algunos de dichos factores.

Información

El grado de conocimiento que los estudiantes tienen sobre los distintos mecanismos de representación a su alcance es un primer factor clave para entender los bajos niveles de participación. A menudo, los propios universitarios no conocen las posibilidades que existen para participar de la vida universitaria, hacer oír su voz y colaborar en la creación de un modelo de universidad a gusto de todos los agentes que interactúan en ella. Por lo tanto, la difusión informativa de los mecanismos que los estudiantes pueden seguir para participar en los órganos de representación es fundamental para construir una participación estudiantil activa y verdaderamente representativa.

Todas las instituciones implicadas en la enseñanza universitaria disponen de información accesible a cualquiera que se lo proponga sobre cómo implicarse en órganos de representación de los estudiantes. El problema radica en que instituciones y estudiantes hablan distintos lenguajes. A lo largo de la Jornada se puso de relieve que es necesario trabajar para superar esa distancia. En este sentido se destacó el papel que pueden tener las diversas redes sociales para mejorar la difusión de la información referida a dichos aspectos.

Motivación

En segundo lugar, superada la barrera de la desinformación, en la Jornada se insistió en la necesidad de motivar a los estudiantes para que participen. En este aspecto, una buena estrategia comunicativa vuelve a ser la clave. Todos los estudiantes deben conocer el efecto de las acciones de sus representantes.

También hay que contar con el compromiso de la sociedad de escuchar a los estudiantes. Los esfuerzos realizados hasta el momento para acercar la voz de los estudiantes a las instituciones se valoran como significativos, pero no suficientes. El hecho de que existan países donde los representantes de los estudiantes de todas las universidades sean interlocutores directos con el ministro de universidades debe hacernos reflexionar. La mejor manera de motivar a los estudiantes a participar es demostrar que sus acciones tienen un efecto sobre el modelo educativo que reciben.

Modelo

Un tercer factor a tener en cuenta es el modelo de representación y participación que tenemos en Cataluña. En función de los contextos geográficos, es más o menos marcada la diferenciación entre la participación de los estudiantes en el ámbito de los órganos académicos y la participación de los estudiantes a escala cultural, de ocio o logística (con organizaciones dedicadas exclusivamente a orientar y facilitar la acomodación a estudiantes provenientes de otros países).

Hay que analizar si en Cataluña se ha asimilado participación y representación académica, y en todo caso si la diferenciación es consecuencia directa de una separación de tareas fruto de la organización de las diversas maneras de participar en el ámbito universitario. Más allá de la opinión sobre la idoneidad o no del modelo, en la Jornada quedó claro que detrás existe una participación organizada y motivada.

Relacionado con el modelo de representación y participación, durante la Jornada también se debatió el vínculo entre las organizaciones de estudiantes y las formaciones políticas. A modo de ejemplo, el representante de la European Students' Union (ESU) destacó que las asociaciones integrantes de la ESU deben ser "democráticas, inclusivas, representativas e independientes". Hay que analizar si las asociaciones de estudiantes del sistema universitario catalán se adecúan a estas premisas.

En los próximos meses, la Comisión de Estudiantes de AQU Catalunya tiene el compromiso de construir, a partir del análisis de estos factores, propuestas de mejora de la participación. Estas iniciativas tienen que ayudar a consolidar el rol del estudiante en la línea de lo que establece el Espacio europeo de educación superior.

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