Publicación bimestral de AQU Catalunya

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Julio 2011

Hace sólo unos días hemos presentado, a las máximas autoridades de la Administración y de las universidades catalanas, el estudio Universitat i treball a Catalunya 2011. Estudi de la inserció laboral de la població titulada de les universitats catalanes en el curso 2006-2007.

Dicho estudio es el cuarto de una serie de encuestas que de forma trienal AQU Catalunya, en colaboración con los consejos sociales de las universidades públicas catalanas y ahora ya también con las universidades privadas, ha venido realizando a lo largo de esta última década (2001, 2005, 2008 y 2011) a la población tres años después de su graduación.

El objetivo por el que nació esta encuesta era facilitar a los responsables de las enseñanzas universitarias datos objetivos y comparables en el ámbito catalán para cada una de las titulaciones que se imparten. Por este motivo, entre las cuatro ediciones realizadas se han generado más de 50.000 registros, lo que significa que Cataluña cuenta con una de las bases de datos más fiable y extensa de Europa. Y los resultados que se desprenden son representativos para el conjunto de las universidades y también para cada una de las titulaciones catalanas.

En la edición de la encuesta de 2011, cuyo trabajo de campo se ha llevado a cabo entre enero y marzo de este mismo año, han participado por primera vez todas las universidades catalanas, públicas y privadas, así como la mayoría de los centros adscritos. Se ha encuestado, pues, a 16.182 personas, cifra que supone el 56,5% del total de la muestra y un incremento del 66% respecto a la muestra de la primera edición del año 2001.

En un momento coyunturalmente delicado, en el que en algunas ocasiones se cuestiona el papel de las universidades y su rendimiento en relación con los recursos asignados, los resultados de esta encuesta han sido recibidos muy positivamente por parte de los responsables universitarios.

Y el motivo es muy sencillo de explicar. Tras una década de estudios, podemos afirmar, porque así se demuestra, que las universidades no son fábricas de parados, sino de ocupados, ya que 9 de cada 10 personas tituladas trabajan tres años después de finalizar sus estudios. Además, aunque los efectos de la crisis también impactan en las personas tituladas, el estudio demuestra que su tasa de paro es la mitad que la de la población activa de Cataluña (el 8% frente al 15%).

Con esos datos, las universidades pueden sentirse orgullosas del papel que juegan dentro de la sociedad catalana. El informe de la Comisión Europea EUROSTAT demuestra que la tasa de empleo aumenta a mayor nivel de estudios de la población. Por ejemplo, las personas con estudios de ESO e inferior tienen una tasa de empleo del 56%; las de bachillerato y formación profesional de grado medio, del 64%; y las que poseen estudios de formación profesional de grado superior y estudios universitarios, del 76%. En Cataluña, la encuesta de población activa da, para el primer trimestre de 2011, una tasa de empleo del 74%, que contrasta con nuestro estudio de inserción laboral de la población titulada universitaria, donde esa tasa llega al 89%.

También quiero destacar que, de acuerdo con la OCDE, la tasa de empleo es uno de los principales indicadores utilizados para medir el rendimiento del sistema educativo a escala internacional. El hecho de que los resultados de la encuesta de inserción laboral, en cuanto a la tasa de empleo, hayan sido durante esta última década tan positivos y estables muestra el valor añadido que ofrecen las universidades al conjunto de la sociedad catalana.

Pero las universidades no sólo garantizan el empleo, sino que también es notable la calidad de la inserción. Tener estudios universitarios facilita un rápido acceso a los trabajos mejor cualificados (8 de cada 10 personas tenían trabajo tres meses después de terminar la carrera, a 8 de cada 10 se les exigió la titulación y también 8 de cada 10 desarrollan trabajos de nivel universitario), mejor retribuidos (5 de cada 10 personas graduadas cobran más de 2.000 euros mensuales y sólo 1 de cada 10 es mileurista) y con mayor estabilidad (6 de cada 10 personas tienen un contrato fijo).

Obviamente, es importante difundir estos datos tanto en el sistema universitario catalán como en la sociedad. Pero lo más importante de los mismos es que, tal y como ya se ha hecho este año, se incorporen dentro de los procesos de seguimiento de las titulaciones oficiales que imparten nuestras universidades. Dichos datos deben servir a los responsables de cada titulación para analizar la tendencia y adecuación de la población graduada a las demandas sociales. El objetivo del estudio no es únicamente sociológico o estadístico, sino que nació y sigue existiendo para la mejora de la calidad de nuestras enseñanzas.