Publicación bimestral de AQU Catalunya

66

Mayo 2013

Existen tantas frutas y verduras y pescados en el mercado que parece que decir "ahora es el tiempo de las acelgas" o "ahora es el tiempo de los atunes" es una reliquia del pasado. Pero, si queréis comer bien, bueno y barato, debéis comprar de temporada. Aunque sea de invernadero, lo de temporada es siempre más bueno. Y, si es de por aquí cerca, además de ahorrar energía en el transporte, ayudamos a la producción de proximidad.

Pues bien, "ahora viene el tiempo de la acreditación". En estos últimos años nos hemos hecho un hartón de verificaciones, tanto frescas como congeladas, o sea, las reverificaciones. Pero el próximo año será "el tiempo de la acreditación". De hecho ya lo era éste, puesto que, de los más de 400 másteres ofrecidos por las universidades catalanas durante este curso académico, unos 180 fueron verificados en el curso 2008-2009 y, por lo tanto, este curso 2012-2013 ya han cumplido su cuarto año. Independientemente de si cuando salga este editorial el MECD ya ha publicado —o todavía no— el decreto que amplía los plazos de acreditación, el próximo año esta lista se habrá reducido bastante. Estimamos que, de los 160 másteres presentados a verificación este año, unos 140 son reverificaciones, lo que rebaja la cifra de másteres que necesariamente hay que acreditar durante el próximo año a tan solo 40. Está claro que, a éstos, habrá que añadir unos 50 más, que fueron verificados en el curso 2009-2010.

Estos días estamos explicando en todas y cada una de las universidades, y con una audiencia muy amplia de responsables académicos y técnicos de calidad, el contenido de la Guía para la acreditación de las titulaciones oficiales de grado y máster. Si todavía no la habéis tenido en vuestras manos, podéis descargarla (en catalán) de la web, donde también veréis que hemos abierto un proceso de consulta pública sobre la metodología de acreditación.

"Ahora viene el tiempo de la acreditación" decíamos más arriba, y no sólo en un sentido cronológico, tal y como ya hemos hablado, sino que ahora queremos que venga el tiempo de la acreditación para poder revisar y repensar también la verificación y el seguimiento. Todo lo que hemos hecho hasta ahora, queremos ponerlo bajo una mirada crítica, que sabemos que será distinta a la que ahora tenemos si en medio ponemos nuestra —y vuestra— experiencia de acreditación. Porque es la acreditación la que dará fuerza y sentido a estas dos fases previas, verificación y seguimiento, que han definido los reales decretos 1393/2007 y 861/2010, y que seguirían teniendo sentido aunque no hubiera ningún decreto que lo regulara.

El diccionario nos dice que acreditar es asegurar la realidad de algo, o hacer creer en algo. Acreditar los títulos universitarios es, en primer lugar, asegurar que el título es lo que decía que quería ser cuando fue verificado; es asegurar que los alumnos que lo han cursado han adquirido las competencias que se había previsto que adquirirían, y es asegurar que lo han podido hacer porque han gozado del profesorado adecuado y de los medios de apoyo al aprendizaje necesarios. Y también es asegurar que nuevas generaciones de estudiantes también lo podrán seguir teniendo porque existe un sistema interno de garantía de calidad que vela porque así sea. En resumen, que lo que ahora se ve que funciona en el desarrollo de las titulaciones tendrá continuidad para que en el futuro se siga haciendo tan bien como ahora, o incluso mejor. Tan sencillo de decir, más complejo de hacerlo realidad.

Tenemos casi todos los ingredientes, sólo nos falta poder utilizar los recursos que ahora dedicamos a la verificación para llevar a cabo las acreditaciones y un poquito más. En el anterior editorial os hacíamos conocedores de las medidas económicas excepcionales que hemos tenido que adoptar en AQU Catalunya para el año 2013. En este escenario, nos planteamos que todas las horas de trabajo que ahora dedicamos a la verificación las deberíamos emplear en la acreditación desde el inicio del curso 2013-2014, para poder empezar a acreditar los títulos de máster que ya han llegado al cuarto año. El problema es que no es suficiente con las horas, hay que poder garantizar también el trabajo presencial de las comisiones, que este año están trabajando en algunos casos de forma virtual, lo que ha sido posible porque eran comisiones ya consolidadas trabajando en un proceso consolidado. Pero la acreditación es un proceso nuevo que no puede nacer "virtualmente". Como tampoco pueden reunirse "virtualmente" los comités de evaluación externa. Esperamos que estos interrogantes se desvanezcan desde ahora hasta el inicio del nuevo curso, para poder entrar plenamente y con garantías de éxito en la próxima estación: la acreditación.