Publicación bimestral de AQU Catalunya

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Septiembre 2013

No sólo porque toca, sino sobre todo porque quiero, inicio estas líneas agradeciendo, en primer lugar, la confianza que el presidente de AQU Catalunya, el Dr. Josep Joan Moreso, ha depositado en mí en el momento de proponerme como nuevo director de la agencia catalana. Nuestro grado de entendimiento es muy alto y creemos que podemos formar un buen equipo al frente de ella. Pero también quiero hacer extensivo el agradecimiento a los miembros del Consejo de Dirección de AQU Catalunya, por el hecho de haber apoyado la propuesta, y al consejero de Economía y Conocimiento, el Dr. Andreu Mas-Colell, por haberla aceptado.

La verdad es que, pese a la responsabilidad que supone, asumo este cargo con mucha ilusión, por tratarse de un tema —la gestión de la calidad— al que he dedicado toda mi actividad académica de una u otra forma. Ahora bien, lo que evidentemente me motiva, y que obviamente va más allá de las ganas personales que pueda tener, es la posibilidad que se me ofrece de poner un grano de arena en la mejora de la calidad del sistema universitario catalán. Asumo el cargo, conocedor —como exvicerrector— de parte de las actuales problemáticas del sistema, con el absoluto convencimiento de que puedo ayudar a mejorarlo. De lo contrario, seguramente habría rehuido la propuesta.

Aprovecho también para felicitar públicamente al antiguo equipo directivo, y especialmente al director, el Dr. Josep Anton Ferré, por la tarea llevada a cabo al frente de la agencia catalana. Si tenemos en cuenta que en su etapa se ha puesto en marcha el complejo e innovador marco de verificación, seguimiento y acreditación, al mismo tiempo que AQU Catalunya era valorada por parte de ENQA como una de las mejores agencias, no puedo hacer más que quitarme el sombrero. Sin duda, el listón se ha dejado muy alto y el reto que tenemos por delante es inmenso, pero justamente eso es lo que lo hace apasionante. Y más todavía cuando, en los pocos días que llevo en AQU Catalunya, he podido observar cómo iniciamos este nuevo reto con un muy buen equipo.

Asimismo, obviando cualquier originalidad, en este primer editorial querría apuntar algunas de las principales directrices de esta nueva etapa. Si bien es cierto que durante los próximos meses será necesario que elaboremos y discutamos el nuevo plan estratégico, dado que el actual ha finalizado, es evidente que hay algunas líneas que habría que poner de relieve. De éstas, querría subrayar especialmente dos.

La primera se fundamenta en la minimización, en el marco de los estándares internacionales, del impacto de las actividades de evaluación en la propia tarea analizada. Es decir, reducir el exceso de burocracia con la que, muy a menudo injustamente, se ha asociado este tipo de actividades. Ciertamente, en la mayoría de las ocasiones, la causa principal de aquella recae fuera de AQU Catalunya (decretos, programas elaborados por el Ministerio...), pero, aun así, debemos seguir incidiendo en la mejora del sistema global, y más ahora que con el nuevo curso iniciaremos los procesos de acreditación de las titulaciones. Seguro que es una tarea más política que académica, que deberemos afrontar con todas nuestras fuerzas.

Y, en segundo lugar, creo que es el momento de aumentar el valor añadido de AQU Catalunya en el sistema. Y un modo de hacerlo es mediante el análisis y difusión de mucha de la información de la que hoy ya disponemos (evaluaciones de profesorado, titulaciones, centros...). El objetivo debe ser, gracias al trabajo de todos, poder realizar una mejor diagnosis del sistema y, en definitiva, ayudar a tomar las mejores decisiones. Obviamente, la disponibilidad de recursos económicos será un aspecto crucial para poderlo llevar a cabo.

El nuevo inicio del curso y, con él, la nueva etapa que el presidente y yo mismo empezamos al frente de AQU Catalunya requieren abrir un período intenso de diálogo con el Gobierno de Cataluña, a través de la Secretaría de Universidades e Investigación, y con las universidades, representadas por sus rectores, vicerrectores, responsables de las unidades técnicas de calidad y responsables de las titulaciones universitarias, profesorado, alumnado, etc. Sin duda, nos hace falta escuchar mucho para dibujar con un trazo fino y firme el nuevo camino a seguir en los próximos años.

Empecemos. ¡Muy buen inicio de curso a todos!