Sebastián Rodríguez Espinar
Profesor emérito de la Universidad de Barcelona y asesor en materia de innovación y desarrollo en temas de calidad de AQU Catalunya
No hay duda de que el proceso de globalización mundial está afectando, y afectará aún más, a los sistemas universitarios. La internacionalización de la educación superior, iniciada bajo argumentos de cooperación y asistencia a países en desarrollo (programas de becas), se ha convertido en un negocio multimillonario en el que la competencia es cada día más refinada para "ganar clientes": planes de actuación a escala nacional (por ejemplo, Australia o Canadá), alianzas estratégicas entre instituciones o programas de "múltiples intercambios de bienes y servicios" entre países están a la orden del día. Como señalan diversos expertos, preocupados incluso por cuestiones de fraude en la concesión de títulos "internacionales" (por ejemplo, double degrees), y en palabras de Philip Altbach, director del Center for Higher Education at Boston College, se viene observando un cierto "caos" en el sistema universitario mundial.