71

Marzo 2014

OPINIÓN

Los titulados universitarios y el mercado de trabajo

Jaume García Villar - Catedrático de Economía Aplicada de la UPF y presidente de la Comisión científica del proyecto Empleadores de AQU Catalunya

Salvo en los meses de julio y octubre de 2006, cuando fue superado por la inmigración, el paro ha sido el primer problema para los españoles desde 1985, según los datos del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). De hecho, en el último mes de febrero, más del 80% de las personas entrevistadas consideraban que el paro estaba entre los tres principales problemas, porcentaje próximo al de los años 1985 y 1986, cuando la tasa de paro estaba por encima del 20%.

No debe sorprendernos la anterior evidencia, puesto que hay casi seis millones de personas en paro en el Estado Español, de las que más de 800.000 residen en Cataluña. Es evidente que la crisis económica y financiera de estos últimos años explica que la tasa de paro haya pasado del 8,3% a finales de 2007 al 26% a finales de 2013, pero también es cierto que el paro no ha afectado del mismo modo a los distintos colectivos de nuestra sociedad.

En concreto, y por lo que hace referencia a la edad, los más jóvenes y las personas activas de edad más avanzada son dos grupos particularmente afectados por el posible efecto de señal negativo (estigma) que el paro pueda tener. Para los más mayores la probabilidad de encontrar trabajo se ve reducida considerablemente como consecuencia de la edad, mientras que para los más jóvenes las dificultades para encontrar trabajo se traducen en menos experiencia, lo que afectará negativamente a sus futuras probabilidades de contratación cuando el efecto negativo de la edad empiece a entrar en juego.

Formació i mercat de treballEntre otras cuestiones, desde el mundo universitario debemos preguntarnos: ¿cómo influye la formación universitaria en la probabilidad de empleo de las personas tituladas?, ¿cuáles son los empleos en los que trabajan? o ¿hasta qué punto la formación que reciben en la universidad se ajusta a lo que los empleadores esperan y necesitan de ellas?1

La primera pregunta tiene fácil y conocida respuesta. A partir de los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que el Instituto Nacional de Estadística tiene fácilmente accesibles en su portal, podemos saber que en el Estado Español, en el cuarto trimestre de 2013, de las personas con edad comprendida entre 22 y 65 años (población ocupada, parada e inactiva) que tienen estudios universitarios, el 75,5% están ocupadas, mientras que para las que no tienen titulación universitaria el porcentaje se reduce hasta el 54,7%. En ambos casos, el resto de las personas se distribuyen de manera uniforme entre las situaciones de paro e inactividad. Ahora bien, esta historia no es homogénea cuando miramos por grupos de edad. Así, para las personas que tienen de 22 a 25 años los porcentajes de empleo son muy similares entre las que son tituladas universitarias (40,0%) y el resto (39,3%), mientras que para las que tienen de 26 a 30 años los porcentajes son 66,7% y 58,5%, respectivamente, cifras que reflejan las actuales (y recientes) dificultades para encontrar trabajo en un contexto de crisis.

En relación con la segunda pregunta, también a partir de la información de la EPA del último trimestre de 2013, sabemos que sólo el 59,1% de la población titulada universitaria ocupada con edad entre 22 y 25 años (recién titulada) tiene empleos dentro de los grandes grupos de "Directores y gerentes", "Técnicos y profesionales científicos e intelectuales" y "Técnicos y profesionales de apoyo" de la Clasificación Nacional de Ocupaciones 2011, que son los que mayoritariamente corresponderían a personas con titulación universitaria. Este porcentaje aumenta hasta el 70,3% para las personas tituladas de 26 a 30 años. Evidentemente, podríamos pensar que estas cifras son consecuencia de las dificultades para encontrar un trabajo adecuado a la formación recibida; sin embargo, si miramos los empleos de las personas de entre 31 y 40 años y de las de más de 40 y menos de 65, nos encontramos con que los anteriores porcentajes llegan hasta el 74,9% y el 78,9%, respectivamente. En otras palabras, parece que más del 20% de la población titulada universitaria no desarrollará trabajos que se correspondan con sus cualificaciones. Existen síntomas, a partir de esa información tan general, de un problema de significativo desajuste (mismatch) entre cualificaciones y tareas desarrolladas.

Este desajuste podría incluso ser más importante si pudiéramos conocer con más detalle cuáles son las tareas concretas que desarrollan los titulados, incluso en empleos que en principio sean adecuados para personas con formación universitaria, y todavía más si conociéramos el grado de adecuación de la formación universitaria a las necesidades del mercado de trabajo y a lo que esperan y valoran los empleadores de los titulados universitarios. Es decir, aquello que nos permitiría contestar a la tercera de las cuestiones anteriormente planteadas.

Ahí es donde puede jugar un papel relevante un mejor conocimiento de lo que esperan los empleadores o las empresas de los titulados universitarios, para ir adecuando y mejorando nuestros programas formativos, sin perder de vista esa formación más general, que también le corresponde a la universidad, de enseñar a pensar y razonar y de contribuir a la formación de ciudadanos. Los resultados del proyecto del estudio de empleadores de AQU Catalunya tienen que contribuir significativamente a esa mejora.

__________________

1 El estudio de inserción laboral de AQU Catalunya da una información muy detallada acerca de algunas de estas cuestiones para el colectivo de personas tituladas hace tres años en Cataluña (Universitat i treball a Catalunya 2011, AQU Catalunya).

ENQA EQAR ISO

Generalitat de Catalunya

C. dels Vergós, 36-42. 08017 Barcelona. Tel.: +34 93 268 89 50

© 2014 AQU Catalunya - Depósito legal B-21.909-2008