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Octubre 2016

OPINIÓN

¿Qué hemos aprendido del estudio de empleadores sobre los grados de Medicina y Enfermería? Valoraciones del Departamento de Salud

Josep Roma - Responsable de Acreditación y Desarrollo Profesional del Departament de Salut

Projecte Ocupadors Medicina i InfermeriaDurante el año 2015 AQU Catalunya realizó una encuesta sobre la empleabilidad y las competencias de los médicos internos residentes (MIR) y otra sobre la empleabilidad y las competencias de las personas recién graduadas en Enfermería. Ambas encuestas son fruto de un trabajo de campo en el que el Departamento de Salud de la Generalitat ha colaborado en el diseño de la muestra de participantes. En el caso de los médicos, la encuesta se dirigió a jefes de servicio de centros hospitalarios y a directores de equipos de atención primaria, mientras que, en el caso de los enfermeros, se dirigió a directores y supervisores de enfermería de hospitales y atención primaria.

El ámbito sanitario tiene la peculiaridad de que los graduados recién incorporados a la vida laboral acostumbran a ser profesionales en formación como futuros especialistas que siguen un sistema de aprendizaje prácticamente reglado. Es el caso de los MIR, que también se está extendiendo en estos últimos años a los estudios de Enfermería. Esto hace que la opinión de los jefes responsables, en el caso de los médicos, esté mediatizada por el hecho de que se trata de un personal no seleccionado por las propias instituciones y sometido a un ritmo de trabajo que se complementa con la formación. En el caso de los enfermeros, la opinión está más claramente relacionada con la valoración de un profesional recién incorporado.

Según la opinión de los médicos, destaca en positivo el buen nivel de profesionalidad con el que los residentes se incorporan y la forma en la que asumen los roles de colaborador, como persona que necesariamente forma parte de un equipo, y de comunicador. Hay que subrayar que los responsables consideran que los médicos residentes son buenos en la tarea de relacionarse y tratar con pacientes y familiares, algo que en estudios realizados a profesionales no acostumbra a destacar; por eso consideramos que aquí existe terreno para investigar cómo se articula el desarrollo profesional a lo largo del tiempo, dado que se van perdiendo estas competencias esenciales. Además, se observa que esta profesionalidad se pone de manifiesto por el buen nivel de resolución de los problemas a los que se enfrentan y por el buen manejo de las tecnologías de la información.

Por otro lado, sin embargo, se constata que los residentes tienen carencias en aquello que es de esperar por su situación de profesionales recién incorporados al sistema sanitario: conocimiento de cómo funciona y se estructura el sistema de salud del país, capacidad de innovación, habilidades para realizar investigación e interpretar los resultados que se derivan de la misma, y gestión de la incertidumbre a través de las estrategias de gestión clínica. Para el sistema sanitario son muy importantes estas opiniones, puesto que demuestran que, en líneas generales, se trata de competencias no demasiado contempladas en el período de formación como futuros especialistas. Será necesario, pues, diseñar actividades de aprendizaje en estas materias que se complementen con la formación más rigurosamente clínica que los residentes reciben durante el período de formación.

En el caso de la encuesta de opinión sobre las competencias de los recién graduados en Enfermería, hay que destacar, en primer lugar, que los responsables consideran, en general, que los enfermeros que se incorporan al mundo laboral están bien formados y tienen un buen nivel competencial. Llama la atención, de todos modos, que no existe una valoración especialmente positiva del Grado respecto a la anterior Diplomatura. Esto nos tendría que llevar a reflexionar sobre la idoneidad con la que se han estructurado los contenidos a la hora de aumentar considerablemente el tiempo de formación e, incluso, sobre la bondad, que todos hemos asumido como evidente, de este aumento de tiempo para alcanzar mejores niveles de profesionalidad.

Desde nuestro punto de vista, en el futuro habría que repensar la duración de la formación reglada en las profesiones sanitarias. Si sumamos los períodos de grado y especialización, alcanzamos los seis años en el caso de Enfermería y los once en el caso de Medicina. En un momento en el que todo el mundo ha asumido la continuidad en la formación, de modo que no hay duda de que los profesionales siguen aprendiendo a lo largo de toda su vida laboral, parece que estamos retrasando excesivamente el tiempo de incorporación al trabajo.

Por otro lado, parece que las maestrías profesionalizadoras tienen una alta valoración, lo cual nos tiene que llevar a pensar también acerca de la forma cómo se desarrollan las especialidades enfermeras. Debemos creer que el nivel competencial de un enfermero especialista será superior al de un enfermero con una maestría, aunque no basta con la creencia y habrá que constatar la evidencia de ello en un futuro inmediato.

Por último, a modo de recomendación, parece importante que, en el futuro, la formación de los enfermeros profundice en la lectura crítica de la investigación, que les permita actuar con el máximo de evidencia científica, así como en el aumento de la capacidad resolutiva de la propia práctica profesional. Dejamos para el debate si se trata de competencias que podrían alcanzarse estructurando el Grado de otra forma o que deberían desplegarse claramente durante los años de especialización.

Como resumen y conclusión de estas breves líneas de valoración de las encuestas, podemos decir que lo más destacado, en el caso de Medicina, es que desde el Departamento de Salud debemos mejorar el aprendizaje por parte de los residentes de aquellas competencias que llamamos transversales (gestión clínica, conocimiento del sistema, bioética, investigación, innovación...), mientras que, en el caso de Enfermería, seguramente hay que repensar la estructura de contenidos del Grado y su relación con las competencias que formarán parte de las distintas especialidades que se están empezando a configurar.

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