Publicación bimestral de AQU Catalunya

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Noviembre 2010

Éste es el primero de una serie de artículos que tienen por objetivo presentar la actividad internacional de la agencia de calidad catalana y describir los proyectos en los que se está trabajando.

Los actuales Acuerdos Generales sobre Comercio y Servicios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) excluyen todas aquellas actividades y servicios prestados por los gobiernos en el ejercicio de sus funciones naturales. Esto ha permitido mantener la capacidad reguladora y de intervención de los estados en determinados sectores. El caso de la enseñanza es un claro ejemplo de ello.

El actual escenario, sin embargo, ya no es un espejo exacto de las condiciones que plantea la OMC en los Acuerdos Generales sobre Comercio y Servicios. De hecho, el establecimiento del EEES supone un paso muy importante de sincronización de las políticas estatales para favorecer la eliminación de las fronteras internas dentro de la Unión Europea. Esta estrategia política no es exclusiva de Europa, sino que se observan iniciativas paralelas en otros continentes, y todo apunta a una voluntad de superar los efectos negativos de las regulaciones a escala nacional, cuando el nuevo entorno socioeconómico pide una operativa claramente internacional, casi global.

La movilidad académica y de profesionales que genera esta armonización internacional de las regulaciones supone un reto de primer orden para las universidades. Lógicamente, éstas ven incrementadas las posibilidades de crecimiento, pero bajo una condición primordial: que sean cada vez más competitivas. En definitiva, que ofrezcan servicios de mayor calidad.

Es difícil realizar previsiones sobre cómo se articulará la competencia internacional en la prestación de servicios de formación superior, pero todo indica una progresiva sofisticación de las infraestructuras que se construyen alrededor de las sociedades y de las economías basadas en el conocimiento: las universidades, pero también los servicios de apoyo que se organizan externamente, incluidas las agencias.

¿Cuál es el rol de las agencias públicas de evaluación en este nuevo entorno? Por un lado, llegar a ser organizaciones reconocidas, en el ámbito internacional, para responder adecuadamente a la función de validación externa de los procesos de rendición de cuentas y constante mejora de la oferta que llevan a cabo las universidades. Dicho de otro modo, generar confianza sobre el valor de unos servicios, los de enseñanza superior, cada vez más sofisticados.

El segundo papel es el de proponer periódicamente nuevos objetivos de calidad de acuerdo con las necesidades actuales y futuras de los distintos grupos de interés, también los de carácter internacional. Esta segunda estrategia responde al hecho de generar los elementos necesarios para la futura sostenibilidad del sistema nacional de enseñanza superior.

La adecuada actuación en este segundo papel implica, entre otros ingredientes, colaborar en proyectos internacionales sobre garantía y mejora de la calidad en el sector de la enseñanza superior. Ello facilita la identificación de buenas prácticas en la garantía y mejora de la calidad, a la vez que permite comparar criterios de calidad entre las universidades catalanas y las de otros países.

En la actualidad, AQU Catalunya está presente directa o indirectamente, a través de ENQA, en varios consorcios internacionales dedicados al desarrollo de la garantía de la calidad en la enseñanza superior. Se trabaja en distintos campos, como por ejemplo el de la formación continua, uno de los ámbitos en donde pueden existir mayores oportunidades de crecimiento. También se está presente en trabajos para explorar cómo se tratan los objetivos de formación en los procesos de garantía externa de la calidad, o en el mutuo reconocimiento entre agencias en los procesos de acreditación de las enseñanzas conjuntas internacionales. Por último, se exploran nuevas posibilidades para colaborar con agencias situadas fuera de Europa.