Noviembre 2012
El establecimiento del Proceso de Bolonia y del Espacio europeo de educación superior (EEES) muestra diferentes velocidades y distintos grados de logro. En cualquier caso, siempre que se analiza el progreso de las políticas europeas sobre enseñanza superior, conviene tener en cuenta que las competencias en esta materia son propias de los estados. Evidentemente, la Comisión Europea y otras instancias o agentes clave pueden realizar propuestas para el desarrollo de este sector, aunque todas esas proposiciones sobre la enseñanza superior demandan siempre una aprobación por parte de los correspondientes ministros responsables de la misma.
Uno de los ámbitos en los que el establecimiento del EEES ha avanzado más decididamente ha sido la garantía de la calidad. Por otro lado, aunque actualmente existe una gran diversidad en el uso de mecanismos de garantía de la calidad por parte de las distintas agencias, empieza a emerger una necesidad de una propuesta europea adecuada a los programas universitarios conjuntos, que, por su naturaleza, necesitan estrategias coordinadas para la evaluación externa de su calidad.
Si bien AQU Catalunya ya había participado en el proyecto piloto de evaluación externa de programas Erasmus Mundus TEEP2, es interesante destacar que en el año 2010 la agencia catalana acepta la invitación para formar parte del Consorcio Europeo de Acreditación (ECA), un grupo de agencias de aseguramiento de la calidad pertenecientes a ENQA y que son especialistas en acreditación. Este consorcio, formado por dieciséis miembros de doce países distintos, tiene como objetivo facilitar los procesos de acreditación y especialmente la aceptación internacional de sus resultados a través de convenios de reconocimiento mutuo. La firma de estos convenios no es una cuestión automática, sino que requiere demostrar internacionalmente que los procesos que lleva a cabo una agencia, en este caso AQU Catalunya, son consistentes con los requerimientos que tiene acordados el Consorcio.
Naturalmente, la aplicación más inmediata de estos acuerdos de reconocimiento mutuo se enmarca en el ámbito de los programas universitarios conjuntos de ámbito internacional. Esto quiere decir que, en el caso de un programa conjunto que se imparte en varios países, cualquier agencia miembro del Consorcio que lleve a cabo una evaluación externa podrá remitir los resultados de la evaluación a las demás agencias acreditadoras para que los adopten como elemento fundamental para la acreditación del programa a escala nacional.
El proyecto JOQAR supone el primer gran test de este esquema de reconocimiento mutuo de los resultados de las evaluaciones que realizan distintas agencias europeas.
En el caso que nos ocupa, se evaluarán cuatro programas conjuntos, que incluyen veinte universidades situadas en doce países europeos. Incluso hay seis universidades que están en otros continentes.
El proceso de evaluación cuenta con la contribución de ocho agencias europeas, procedentes de Alemania, Austria, Cataluña, Eslovenia, España, Países Bajos, Flandes y Suiza; de dos agencias no europeas, que se encuentran en Colombia e India, y de cuatro organismos oficiales de reconocimiento, provenientes de Dinamarca, Países Bajos, Polonia y Reino Unido. La presencia de centros ENIC-NARIC en el proyecto JOQAR ofrece nuevas oportunidades para la vinculación entre los procesos de garantía de la calidad y de reconocimiento de títulos universitarios.
La metodología de evaluación del proyecto JOQAR dispone de un bloque nuclear, con un sistema de estándares y criterios aceptados por todas las agencias participantes, y de un bloque anexo, en el que cada agencia ha incluido las particularidades de cada sistema universitario, tanto con respecto a los requerimientos fijados sobre la calidad de los programas como sobre el procedimiento de evaluación. El objetivo es que los equipos de evaluación trabajen de acuerdo con la parte nuclear y observen los requisitos nacionales durante el proceso de evaluación.
En este ámbito, ANECA y AQU Catalunya han acordado el contenido del anexo correspondiente al Estado español. Ambas agencias han querido mantener un esquema de evaluación lo más simple posible; entienden que, con el uso del bloque nuclear, debería poder responderse adecuadamente a los requisitos que establece el Estado para la consideración de los programas como oficiales. De este modo, los requerimientos correspondientes a España que se han incluido en la metodología JOQAR hacen referencia a la determinación y seguimiento de los indicadores básicos de evolución del programa a partir de los objetivos fijados para graduación, tasas de abandono y rendimiento académico en términos de eficiencia y éxito.
Pese a que la inclusión de los correspondientes referentes nacionales en la propuesta metodológica nuclear del proyecto JOQAR no parece una opción especialmente rompedora con el actual marco, hay que decir que su articulación dentro del proceso de evaluación clarificará enormemente los pasos a seguir para avanzar hacia un esquema europeo para la acreditación de programas conjuntos.
El JOQAR, pues, debe permitir elaborar recomendaciones que faciliten los cambios normativos en el ámbito de los estados, pero también en los procedimientos empleados por parte de las agencias, a fin de lograr un verdadero sistema de acreditación europeo para el caso de los programas de formación conjuntos, entendiendo que se trata de una enseñanza superior que debe satisfacer a los estudiantes que en ella se matriculen, procedentes de un entorno internacional, y también al sector productivo que emplee a las personas graduadas procedentes de dichos programas.
Si en un primer momento parecía que las distintas legislaciones sobre los requisitos que debían cumplir las enseñanzas universitarias en cada país constituían el nudo que era necesario desenredar, el JOQAR también nos muestra la necesidad de conjugar mejor las estrategias evaluadoras a escala europea. Habrá que ver cuál es el método más efectivo y eficiente y, por lo tanto, considerar elementos tales como la composición de los equipos de evaluación, el uso de las evidencias o la estructura de los informes que elaboran sobre la calidad de los programas.
Programas participantes en el proyecto JOQAR:
La metodología de evaluación que se ha diseñado contempla una parte nuclear común con los siguientes estándares:
Estándar 1: Condiciones generales
Estándar 2: Objetivos de formación establecidos
Estándar 3: Programa
Estándar 4: Sistema interno de garantía de la calidad
Estándar 5: Recursos y apoyo al estudiante
Estándar 6: Enseñanza y aprendizaje