Noviembre 2010
No hay duda de que las reuniones que mantuvieron los ministros de Educación de los países signatarios de la Declaración de Bolonia en marzo de este año en Budapest y Viena, en las que se inauguró oficialmente el Espacio europeo de educación superior (EEES), han supuesto un hito memorable en la historia de la enseñanza superior de toda Europa. Sin embargo, desde la perspectiva de las agencias de aseguramiento de la calidad, la puesta en marcha del EEES no ha sido el único acontecimiento destacado del año 2010, ya que también se ha celebrado el 10º aniversario de la European Association for Quality Assurance in Higher Education (ENQA).
La historia de ENQA se remonta a mediados de los años noventa, cuando se pusieron en marcha los llamados «proyectos piloto europeos para la evaluación de la educación superior». Las agencias de los siete países que participaron en este proyecto trabajaron conjuntamente para llegar a una misma forma de entender el aseguramiento de la calidad y la forma de llevar a cabo procedimientos externos de evaluación. Al término del proyecto, los participantes y la Comisión Europea sintieron la necesidad de seguir colaborando a escala europea, lo que condujo a la creación de ENQA en el año 2000. Sin embargo, si tenemos en cuenta lo que ha conseguido ENQA en este tiempo, parece que lleve décadas de existencia.
Uno de los principales hitos de los últimos diez años ha sido el desarrollo de los "criterios y directrices para el control de la calidad en el Espacio europeo de educación superior" (ESG), redactados conjuntamente por nuestros cinco socios del E4 y adoptados en Bergen en 2005. Así lo destacó el informe de evaluación independiente presentado a los ministros de la conferencia de Bolonia en Budapest y Viena.
A veces se subestima la particularidad de que los ESG están diseñados para poder ser aplicados a todos los países, todas las agencias y todo tipo de garantías de calidad, lo cual ha sido y sigue siendo uno de nuestros principales retos, puesto que el EEES y sus 47 estados miembros se caracterizan por la diversidad de tradiciones educativas, marcos legales, tradiciones culturales, lenguas, aspiraciones y expectativas. Pese a las diferencias, los ESG facilitan que todos los actores que intervienen en el aseguramiento de la calidad compartan valores y principios parecidos, y una misma forma de entender la calidad en la educación superior.
En cuanto a la aplicación de los ESG por parte de las agencias, ENQA ha evaluado satisfactoriamente la mayor parte de las agencias que son miembros titulares de la asociación, lo que garantiza un alto nivel de profesionalidad en este sector. También significa que ENQA garantiza la aplicación de estos valores y principios compartidos en el aseguramiento de la calidad de todo el Espacio europeo de educación superior. No hay que subestimar la importancia de esta función y ENQA puede tener plena confianza en su aportación al desarrollo del EEES.
Por último, pero no menos importante, cabe señalar que se ha avanzado significativamente en el desarrollo de la dimensión europea de la garantía de la calidad, cuyas principales características son las siguientes:
De cara al futuro, resulta obvio que las agencias deberán enfrentarse a nuevos retos:
Es evidente que ENQA tiene por delante años muy interesantes y mucho trabajo, especialmente en lo que se refiere a representación de agencias europeas y la mejora continua del aseguramiento de la calidad.
Peter Williams, ex presidente de ENQA, dijo en cierta ocasión: "¡La calidad no es un destino, sino un viaje!". Desde la perspectiva de sus primeros diez años de existencia, ENQA puede afirmar que ha realizado importantes avances, aunque todavía tiene mucho camino por recorrer.
ENQA, como portavoz de las agencias de aseguramiento de la calidad en Europa, cumplirá el objetivo de promover la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en beneficio de los estudiantes y de la sociedad en general, y contribuirá a seguir desarrollando la dimensión europea de la garantía de la calidad.