(I)
AQU Catalunya és una agència independent de la Generalitat de Catalunya. Por eso, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han tenido la responsabilidad de las universidades y la investigación en nuestro gobierno y que siempre han valorado el trabajo de la Agencia. Empezando por el secretario de Universidades e Investigación que propuso mi nombramiento, Antoni Castellà, y siguiendo por Arcadi Navarro, Xavier Grau y, cuando fue restablecido el Departamento de Investigación y Universidades, la consejera Gemma Geis y el consejero Joaquim Nadal. Antes del restablecimiento, muchos consejeros fueron los responsables de las universidades y la investigación. Cuando fui nombrado, el entonces consejero de Economía y Conocimiento, con quien tantas cosas me vinculan, Andreu Mas-Colell, y después otros cinco, quizás como síntoma de los años convulsos que ha vivido la política catalana, los cinco consejeros de Empresa y Conocimiento: Jordi Baiget, Santi Vila, Josep Rull (solo un día), Àngels Chacón y Ramon Tremosa.
Pero una institución como esta ya tiene una historia, y lo que yo he podido hacer debe entenderse como la continuación de una obra —por así decirlo, como se hacían las catedrales en la Edad Media— que empezaron los presidentes Antoni Serra Ramoneda y Joaquim Prats, y los directores David Serrat, Gemma Rauret, Javier Bará, Josep Anton Ferré, Martí Casadesús y, ahora, Jaume Valls.
Y, lo más importante, mi más sentido y sincero agradecimiento a todas y cada una de las personas que han trabajado en la Agencia durante estos nueve años, que quiero extender a todos los miembros de las comisiones, haciendo especial hincapié en la sabia y elegante cooperación del presidente de la Comisión de Evaluación de la Investigación, Lluís Torner, y de la presidenta de la Comisión de Apelaciones, Maria Pau Ginebra.
Sabéis que considero esta institución un ejemplo de institución pública al servicio de Cataluña, y lo es, de forma crucial, por el compromiso personal de todos vosotros, que se ha mostrado más claramente, si cabe, cuando . Permitidme que singularice este agradecimiento a las personas que han trabajado más cerca de mí: el anterior director, Martí, cuya impronta me acompañará siempre; el actual director, Jaume, al que me une una conexión gerundense y que, en el año que llevamos juntos ya hemos podido comprobar todos que estamos en las mejores manos; la secretaria del Consejo de Gobierno, Maria, que es su título formal, pero que es muchas más cosas y que siempre con acierto hace las veces de timonel, y la secretaria de Dirección, Montse, que es para mí la secretaria que siempre he querido tener.
(II)
Ser relevado por Xavier es lo mejor que me podía pasar, en latín se dice finis coronat opus y este es un caso bien afortunado que confirma la expresión. Conozco a Xavier desde hace muchos años, fuimos rectores, él de la URV y yo de la UPF, siete años juntos; y siempre encontramos en él a una persona que comprendía perfectamente el lugar de AQU Catalunya y que nos espoleaba a abrir nuevos caminos. Opino que Xavier Grau es la persona que mejor conoce el sistema universitario catalán: tiene en mente todos los datos, todos los números, y los tiene bien ordenados y articulados para colocar los andamios necesarios para construir el futuro.
Él sabe mejor que nadie los retos de futuro que tiene la Agencia: la acreditación institucional, la evaluación de los departamentos, la profundización de la internacionalización, las microcredenciales que serán primordiales en el aprendizaje a lo largo de la vida y los estudios con los que AQU Catalunya dota al sistema de herramientas para mejorar.
Solo puedo desearle, evocando algunas cosas que Maquiavelo decía en El Príncipe, mucha fortuna. Maquiavelo decía que el príncipe debe tener «virtù e fortuna». Yo creo que Xavier tiene todas las virtudes necesarias, las éticas y las dianoéticas, y es por esa razón que yo deseo que a esas virtudes les acompañe la fortuna.
(III)
Quiero terminar con una reflexión que he ido haciendo durante estos días y que guarda relación con cuál es el cometido esencial de la Agencia.
Sabéis que mi campo académico es el de la intersección entre el derecho y la filosofía; de hecho, el grupo de investigación que dirijo lleva por nombre, ahora que todo lo decimos en inglés, Law & Philosophy. Y es de la filosofía de donde me ha venido la idea. Me ha venido por dos vías, una más anecdótica y la otra con mayor contenido.
. Mirándolos, y recordando que la lechuza era la imagen de la diosa Atenea, patrona de Atenas y diosa de la sabiduría, pensé que estaría bien adoptarla para AQU Catalunya.
Y ahora la misma idea con mayor contenido: Al comienzo del segundo libro de Metafísica Aristóteles (Met., 993b9) dice que cuando buscamos la verdad nos encontramos en las mismas circunstancias en las que se encuentran «los ojos de las aves nocturnas», aptos para distinguir las cosas en la oscuridad, pero que pueden ser cegados por la luz del día. Creo que esto revela adecuadamente la esencia de la Agencia, de captar los detalles y, por tanto, de proponer maneras de mejorar las cosas de un modo intersticial, sin perder la visión de conjunto, sin perder el horizonte, que lo da la luz del día. Si AQU Catalunya tuviera que tener un lema, como tenían las universidades antiguas, este sería adecuado, creo. En griego suena así:
σπερ γὰρ τὰ τῶν νυκτερίδων ὄμματα.
Pero normalmente los lemas estaban y están en latín, por tanto:
Sicut enim nyticoracum oculi.
Y por eso, y también porque quizás cuando lo veáis me recordaréis, os dejo este pequeño obsequio como prenda de lo que os digo.
¡Muchas gracias!