El 27 de marzo de 2024, la Comisión Europea adoptó un paquete relativo al sector de la educación superior europea, con el objetivo de promover una mayor cooperación entre las instituciones de educación superior de la UE y la posible creación de una titulación europea. El paquete incluía propuestas de recomendaciones del Consejo relativas a carreras atractivas y sostenibles en la educación superior, un sistema europeo de aseguramiento de la calidad y de reconocimiento en la educación superior y una comunicación para un plan director a título europeo. El 25 de noviembre de 2024, el Consejo de la Unión Europea adoptó la Recomendación sobre carreras atractivas y sostenibles en la educación superior. En su sesión del 7 de mayo, el Consejo aprobó las otras dos iniciativas. A continuación, se detallan los aspectos más relevantes de estos acuerdos.
Proyecto de Recomendación del Consejo relativa a un Sistema Europeo de Aseguramiento de la Calidad y de Reconocimiento en la Educación Superior
El acuerdo del Consejo recoge cinco grandes recomendaciones a los Estados miembros de la Unión:
- Mejorar todos los sistemas de aseguramiento de calidad.
- Estudiar el desarrollo de un marco específico de aseguramiento de la calidad para las alianzas de instituciones de educación superior.
- Hacer más ágiles los enfoques de programa o combinados del aseguramiento externo de la calidad.
- Establecer las bases de un sello de titulación europea conjunta.
- Aplicar el reconocimiento automático.
En cuanto a los sistemas de aseguramiento de la calidad, el Consejo pide a los Estados miembros mejorarlos continuamente para garantizar la relevancia y excelencia de la educación superior, así como la confianza internacional y la rendición de cuentas. Los sistemas deben adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y económicos. Al mismo tiempo se deberían simplificar los procesos externos de evaluación de calidad —para evitar cargas administrativas innecesarias— y asegurar la transparencia y objetividad en las decisiones de acreditación, implicando a las personas expertas, al estudiantado y al personal académico. Ello implica, entre otras cosas, la publicación de los resultados de la evaluación. Los Estados deben dar pasos para medir el impacto en la mejora educativa de los procesos de calidad. Estos procesos deberían cubrir toda la oferta académica de la educación superior, incluyendo las microcredenciales. Por último, el Consejo considera oportuno que se fomente el aprendizaje mutuo entre instituciones y agencias de calidad, mediante la comparación de prácticas y el uso de datos europeos —como el seguimiento de graduados y graduadas y el Observatorio del Sector de Educación Superior.
La segunda recomendación insta a los estados a que participen en el desarrollo de un marco europeo específico que permita a las alianzas europeas de instituciones de educación superior someterse a una evaluación externa conjunta de sus mecanismos internos de calidad, especialmente para los programas, las microcredenciales y otras acciones educativas conjuntas. Para ello, los Estados deberían colaborar con los diferentes grupos de interés implicados —agencias de calidad y alianzas universitarias— para diseñar y probar este marco. El despliegue inicial del nuevo marco se debe evaluar en términos de necesidad, valor añadido, reducción de la carga administrativa y beneficio para las instituciones. Si los resultados son positivos, los Estados deberían permitir a las agencias de calidad reconocidas (EQAR) aplicarlo de forma regular en la evaluación externa de la calidad.
Para agilizar los procesos de aseguramiento de la calidad de los programas formativos o los procesos combinados —programas e instituciones—, el Consejo propone aumentar la cooperación transnacional y la flexibilidad de los sistemas de educación superior —fomentando una cultura institucional de calidad, promoviendo el enfoque institucional en el aseguramiento de la calidad, reforzando el uso de datos empíricos y apoyando el desarrollo institucional, a través del aprendizaje entre iguales y la formación en calidad—. La otra gran acción de este apartado es a través del permiso y fomento del European Approach.
Una de las asignaturas pendientes en el EEES es la aplicación más efectiva del reconocimiento automático. Esta es una de las cuestiones clave para el Consejo a la hora de facilitar la movilidad y la confianza entre instituciones y países.
La creación de un sello europeo de titulación conjunta que garantice la calidad y el reconocimiento transnacional de los programas conjuntos dentro del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es uno de los objetivos más relevantes en materia de educación superior de la Unión Europea. El Consejo insta a los Estados a autorizar a las agencias registradas en el EQAR que apliquen el European Approach a conceder dicho sello y permitir a las instituciones con evaluación externa institucional reconocida que autoacrediten sus propios programas conjuntos con el sello europeo. Además propone la creación de un repositorio público de programas conjuntos elegibles para el sello. El Consejo contempla también trabajar con la Comisión Europea para evaluar si este sello puede aplicarse también a programas de nivel 5 del Marco Europeo de Calificaciones (ECF).
Una de las asignaturas pendientes en el EEES es la aplicación más efectiva del reconocimiento automático. Esta es una de las cuestiones clave para el Consejo a la hora de facilitar la movilidad y la confianza entre instituciones y países. Por ello, pide a los Estados que apoyen la evaluación del reconocimiento automático mediante procesos de aseguramiento interno y externo de la calidad. También les pide crear y revisar unas directrices claras para las instituciones de educación superior para distinguir entre el reconocimiento automático de una calificación —para acceder a los estudios— y la decisión de admisión que debe establecerse a partir de criterios de admisión basados en resultados de aprendizaje. Los Estados miembros deberían colaborar con instituciones y organismos de reconocimiento para hacer un seguimiento de las decisiones de reconocimiento y mejorar la recogida y el uso de datos en todos los ámbitos. Además deberían apoyar la expedición de títulos y microcredenciales en formatos digitales compatibles con las normas europeas; impulsar la formación y la digitalización (incluida la inteligencia artificial) para el personal de los centros ENIC-NARIC y de las instituciones de educación superior, y favorecer la cooperación entre responsables de reconocimiento y de calidad, tanto a escala nacional como europea (por ejemplo, entre ENIC-NARIC y ENQA).
Proyecto de resolución del Consejo relativa a un sello de titulación europea conjunta
La Resolución del Consejo establece la visión de los Estados miembros respecto a un sello de titulación europea conjunta y propone una hoja de ruta hacia una posible titulación europea con tres fases que tendrán que llevarse a cabo hasta el año 2029. El sello podrá concederse a programas conjuntos impartidos mediante la cooperación transnacional entre universidades de diferentes países, incluyendo al menos dos Estados miembros de la UE.
La Resolución establece las tres fases siguientes:
- Fase 1: finalización de los preparativos para la puesta en marcha de la hoja de titulación europea conjunta (2025-2026).
En esta fase debe crearse un grupo colaborativo entre los Estados miembros, la Comisión y el resto de grupos de interés en la educación superior para que desarrolle un marco global para el sello, incluyendo definiciones, criterios, directrices y un modelo de aplicación. Además, se pide a los Estados miembros que adopten y apliquen plenamente los instrumentos de Bolonia y tomen medidas para garantizar que el sello pueda entrar en funcionamiento efectivo antes de que acabe el 2026. - Fase 2: puesta en marcha de la hoja de titulación europea conjunta, seguimiento de la implantación, evaluación del uso y elaboración de trabajos de viabilidad y exploratorios sobre una titulación europea conjunta (2026-2028).
- Fase 3: reflexión y toma de una decisión basada en datos empíricos sobre los próximos pasos para conseguir una titulación europea conjunta (2029).
El Consejo, a partir de los resultados de la evaluación de la Comisión y del estudio de viabilidad, podrá decidir si consolida el sello de forma permanente y si encarga a la Comisión la propuesta de pasos concretos para la creación de una titulación europea conjunta. En opinión del Consejo de la Unión Europea, esta nueva titulación podría abrir nuevas oportunidades para la educación superior en la UE y favorecer el desarrollo personal, profesional y ciudadano de las futuras generaciones.