La conexión entre el mundo académico y el mercado laboral es clave para garantizar un buen empleo para las personas graduadas. Con el objetivo de proporcionar información útil sobre la formación universitaria y contribuir a mejorar su empleabilidad, AQU Catalunya lleva a cabo, desde el año 2014 y con una periodicidad trienal, la encuesta Empleadores. Esta encuesta recoge la opinión de las empresas y organizaciones que han contratado a graduados y graduadas recientes del sistema universitario catalán (SUC), con el objetivo de conocer su valoración sobre la formación universitaria actual.
Los resultados permiten una lectura fundamentada sobre los aspectos de la formación universitaria que favorecen la inserción laboral y que, por tanto, pueden ser objeto de reflexión y mejora por parte de las universidades.
Mejorar la empleabilidad de los graduados y graduadas debería ser una línea de actuación prioritaria para las universidades.
El pasado 18 de junio se presentaron los resultados de la cuarta edición de la encuesta, centrados en identificar los factores que las empresas valoran para contratar a graduados y graduadas recientes, las dificultades que encuentran, las competencias que consideran que deben reforzarse en su formación y, por último, las necesidades formativas del conjunto del personal cualificado.
Los principales resultados del estudio son los siguientes:
- El aspecto mejor valorado a la hora de contratar es la formación práctica, ya sea gracias a la experiencia laboral o a las prácticas en empresas. También valoran las experiencias formativas en las que la empresa juega un papel activo en la formación, como haber elaborado el trabajo de fin de estudios (TFE) en colaboración con una empresa o haber cursado un grado universitario en modalidad dual.
- A pesar de estar valorando la contratación de graduados y graduadas recientes, las empresas también valoran que hayan cursado una formación complementaria, tanto de corta como de larga duración, dado que valoran la especialización en ámbitos concretos y la actualización profesional.
- En cuanto a los requisitos para conseguir un contrato, destaca tener un nivel de inglés elevado en algunos ámbitos concretos, sobre todo en las TIC.
- La mitad de las organizaciones que participan reconocen haber tenido dificultades para contratar a personal cualificado. Esas dificultades son especialmente notables en ámbitos como Medicina, Intervención Social, Ingenierías y Educación. Los motivos son varios: falta de personas tituladas, déficit de competencias genéricas y condiciones laborales mejorables en determinados sectores.
- En cuanto a las competencias de los recién graduados y graduadas, se detectan carencias en áreas como la resolución de problemas, la formación práctica, la planificación y la organización. A pesar de esas carencias, las empresas están muy satisfechas con los recién graduados y graduadas que han contratado.
- Y, por último, una de las necesidades más compartidas por las empresas es la de formar continuamente a su personal cualificado. Actualmente, estas necesidades formativas son principalmente para mejorar las competencias transversales, siendo las propias organizaciones las que asumen esa tarea.
A partir de estos resultados, creemos que sería interesante para el SUC reflexionar sobre la viabilidad de las siguientes acciones:
1) Incrementar el contacto del estudiantado con el mercado laboral:
- Incorporar prácticas externas a los planes docentes de los grados y fomentar su participación.
- Diseñar itinerarios que permitan compatibilizar trabajo y estudios.
- Estudiar la posibilidad de ofrecer grados con mención dual (y reservar plazas para ofrecerlas en esta modalidad).
- Fomentar que se pueda realizar el TFE en colaboración con las empresas (especialmente para estudiantes que ya hayan hecho las prácticas).
- Incorporar e incrementar los métodos de aprendizaje basados en proyectos y estudios de caso.
2) Reforzar el papel de las universidades en la formación a lo largo de la vida, especialmente mediante formaciones de corta duración (estrategia de microcredenciales).
3) Ofrecer asignaturas impartidas en inglés dentro de los grados y fomentar las estancias internacionales, especialmente en ámbitos en los que el conocimiento del inglés es un requisito destacado del mercado laboral.
Sin duda, mejorar la empleabilidad de los graduados y graduadas debería ser una línea de actuación prioritaria para las universidades, que desempeñan un papel clave a la hora de ofrecer una formación más conectada con las necesidades del mercado laboral.