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Enero 2009

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ARTÍCULOS

Primer estudio de inserción laboral de los doctores de las universidades catalanas

Redacción - AQU Catalunya

Los estudios de inserción laboral de las universidades catalanas, coordinados por AQU Catalunya, son fruto de la colaboración de la agencia catalana con los consejos sociales para obtener datos y referentes sobre la calidad de la inserción de los estudiantes. En el año 2008, coincidiendo con la tercera edición de este informe, se ha analizado, por primera vez, la inserción laboral de los doctores de las universidades públicas catalanas (UB, UAB, UPC, UPF, UdG, UdL, URV) correspondientes a las cohortes de los años 2003 y 2004. De una población de 1.661 doctores,1 se ha encuestado a 934, lo que supone una muestra del 58%, con un margen de error del 2%.

A la hora de interpretar los resultados y, sobre todo, compararlos con los obtenidos en el análisis de la inserción laboral de los graduados, hay que tener en cuenta algunas de las características de los estudiantes de doctorado en Cataluña. En primer lugar, la distribución por género entre la población de doctores y la de graduados de primer y segundo ciclo: las mujeres son mayoría en todos los niveles educativos posobligatorios, salvo en el tercer ciclo de educación superior. Así, mientras que el 60% de las personas graduadas en el curso 2003-2004 son mujeres, el porcentaje baja al 44% para el mismo curso en formación de doctorado.

En segundo lugar, los estudiantes de doctorado son los más adultos del sistema universitario: finalizan los estudios a los treinta y cinco años, por término medio, después de tardar, globalmente, de seis a siete años en obtener el título. Estas dos circunstancias hacen que, a diferencia de los graduados, la práctica totalidad de los doctorandos ya se encuentren en alguna situación de inserción laboral2 mientras realizan sus estudios.

Por último, tres cuartas partes de los doctores han realizado el doctorado en la misma universidad donde obtuvieron el título de acceso. La movilidad es, por lo tanto, reducida, lo que puede atribuirse a la satisfacción de los estudiantes con la universidad donde han cursado los estudios previos, pero también podría indicar una falta de competitividad a la hora de captar estudiantes de tercer ciclo.

El 97% de los doctores trabajan tres años después de obtener el título

Este porcentaje oscila entre el 99% de Ciencias Sociales y el Área Técnica y el 95% de Ciencias Experimentales, y es ligeramente más elevado que el porcentaje de graduados ocupados ese mismo año (93,5%).

El 93% de los ocupados trabajan a tiempo completo (entre el 96% del Área Técnica y el 86% de Humanidades). Este indicador también es más positivo que el obtenido en la encuesta realizada a los graduados (el 88% trabajaba a tiempo completo). Estos dos indicadores (tasa de empleo y jornada laboral a tiempo completo) parecen señalar una inserción laboral más sólida entre los doctores, que no necesariamente está vinculada a la titulación más elevada, sino al hecho de que son personas que tienen una trayectoria profesional más larga.

La contratación en el sector público es mayoritaria y el 70% de los doctores trabajan en este ámbito. La explicación radica en el elevado número de doctores que trabajan en la universidad (38%) o en centros de investigación (19%). Así, el 91% de los doctores que trabajan en la universidad lo hacen en la pública, el 80% de los que trabajan en centros de investigación lo hacen en centros o institutos públicos, mientras que sólo el 45% de los que trabajan en empresas u otras instituciones están en el ámbito público. Los datos corroboran que la investigación en Cataluña se da básicamente en el ámbito público, ya sea dentro de las universidades o en centros de investigación.

Con respecto a la estabilidad laboral, el 61% de los doctores que trabajan son fijos (en el caso de los graduados, trabajan de forma fija el 60%). La estabilidad contractual no va necesariamente asociada a una inserción laboral de calidad. Así, Ciencias Experimentales es el ámbito con más temporalidad, pero también donde hay un mayor porcentaje de doctores ejerciendo funciones propias de su título; inversamente, en Ciencias Sociales la estabilidad es elevada, pero tiene el porcentaje más bajo de doctores que desarrollan funciones propias de su título.

El 78% de los doctores ganan más de 24.000 € anuales

Sólo el 4% gana menos de 15.000 €. Las ganancias brutas anuales se han calculado a partir del colectivo que trabaja a tiempo completo (el 93% de la muestra, es decir, 784 doctores).

Si se comparan estos datos con los datos resultantes del estudio de inserción de los graduados, en todas las áreas la situación de los doctores es más favorable.

Al 32% de los ocupados se les ha exigido el doctorado para acceder a su puesto de trabajo

Este porcentaje oscila entre el 52% de Ciencias Experimentales y el 22% de Ciencias Sociales. Ahora bien, el 96,7% desarrolla funciones universitarias, porcentaje más elevado que el de los titulados de primer y segundo ciclo (85%).

El puesto de trabajo también es determinante en el grado de adecuación de las funciones que se acaban realizando. Así, el porcentaje de personas a las que se les ha exigido el título de doctor y desempeñan funciones de doctor oscila entre el 55% de las que trabajan en un centro o instituto de investigación y el 10% de las que trabajan en empresas u otras instituciones.

Los doctores consideran que realizar un doctorado contribuye ligeramente a una mejora profesional (recibe una valoración de 6,1 en una escala de 0 a 10), poco a acceder a nuevos trabajos (5,2) y menos a un mayor reconocimiento profesional (4,8).

Por último, los doctores valoran con un notable alto la satisfacción con el contenido del trabajo (8,1 en una escala de 0 a 10) y con el trabajo en general, mientras que valoran con un bien alto la utilidad de los conocimientos del doctorado y con un bien las perspectivas de mejora y la satisfacción con la retribución.

El 84% de los doctores volverían a realizar el doctorado

Este porcentaje es 10 puntos superior a la intención de repetir la carrera entre los graduados. El porcentaje oscila entre el 86% de Ciencias de la Salud y Ciencias Experimentales y el 80% de Ciencias Sociales.

En relación con los aspectos concretos de la formación recibida, los doctores valoran con un notable alto la calidad del proceso de supervisión de la tesis, es decir, la eficacia de su relación con los directores de tesis. Los doctores también se muestran satisfechos con la calidad de los recursos y su disponibilidad (bibliografía, pero también laboratorios, etc.). En cuanto a las clases y seminarios, lo que más valoran es la relación con el profesorado del doctorado, pero se muestran más críticos con la valoración de la relevancia de las clases y seminarios, que apenas llega al suficiente.

Información relacionada:

1 Si bien la población total de estudiantes que obtuvieron el título de doctor en los años 2003 y 2004 en las universidades catalanas es de 2.213, el estudio sólo ha tenido en cuenta los 1.661 doctores nacionales. Cabe destacar que los doctores extranjeros, que representan el 22% del total, provienen mayoritariamente (70%) del continente americano, de los cuales el 99% de América del Sur y Central.

2 Se han previsto cinco situaciones posibles: ser becario, trabajar en la universidad como docente, trabajar a tiempo completo en un trabajo relacionado con los estudios previos de doctorado, trabajar en un trabajo no relacionado y no tener trabajo. Sólo el 1,5% de las personas encuestadas se encuentran en esta última situación.

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