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Marzo 2011

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EDITORIAL

Hacia la construcción de referentes

Josep Anton Ferré Vidal - Director de AQU Catalunya

Durante los últimos meses del año pasado AQU Catalunya estuvo presentando el Marco para la verificación, seguimiento, modificación y acreditación de las titulaciones oficiales (Marco VSMA) a todas las universidades catalanas (públicas y privadas), con el propósito de explicar las características y recoger la opinión de las personas que participarán en su despliegue. Globalmente, asistieron unas 900 personas, principalmente vicerrectores y vicerrectoras, decanos y decanas, directores y directoras de departamento, responsables de las titulaciones universitarias oficiales, miembros de las unidades técnicas de calidad y miembros de las unidades de gestión académica.

Uno de los apartados que más interés suscitó fue el del seguimiento, y particularmente su realización a partir de indicadores cuantitativos. Vale la pena mencionar algunas de las ideas subyacentes tras esta piedra angular del proceso de mejora de las titulaciones. Antes, sin embargo, tres consideraciones iniciales:

  • El seguimiento es un acto académico y, por lo tanto, la responsabilidad final del análisis del funcionamiento de una titulación, así como de sus mejoras, es de los responsables académicos. Eso sí, no pueden hacerlo solos, sino que necesitarán apoyo técnico para realizarlo y la opinión de los agentes implicados.
  • El seguimiento debe hacerse con toda la información relevante disponible: pública y privada. El objetivo del seguimiento es la continua mejora de la titulación, y será poco provechoso (y enriquecedor) si se entiende como un simple trámite a superar.
  • El seguimiento debe basarse en datos cuantitativos que deben estar sujetos a valoraciones, que son las que darán pie a las modificaciones y mejoras de la enseñanza.

Los datos cuantitativos, los indicadores, en los que se basa el proceso de seguimiento tienen que ayudar a caracterizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es necesario, pues, que se ajusten a la realidad y que permitan describir situaciones cotidianas, y no intangibles, a las que diariamente debe hacer frente la comunidad universitaria. Por ello las encargadas de definir los indicadores relevantes han sido las universidades, a través del Programa Experimental de Seguimiento, y los datos con los que se construyen vienen de un sistema consistente y fiable como UNeix.1

¿Y qué indicadores deben monitorizarse? Pues aquellos que describen las tres etapas del proceso de enseñanza-aprendizaje:

  • En la entrada del proceso, es decir, en los estudiantes de nuevo ingreso y el proceso de acceso a la universidad, encontraremos indicadores que nos mostrarán: 
    -  Las características del proceso de acceso a la universidad, como por ejemplo las plazas ofrecidas, las vías de acceso y calificaciones de los alumnos, etc.; y para los másteres, las titulaciones previas. 
    -  Las características personales (por ejemplo, dedicación a tiempo completo o parcial), familiares (nivel de estudios de los padres, etc.) y sociales (desplazamientos, residencia, etc.) del alumnado de nuevo ingreso.
  • En el desarrollo de la titulación, es decir, en los recursos humanos, materiales y organizativos que la universidad aporta a la enseñanza en función de su modelo docente, y que debe tener en cuenta las especificaciones de los distintos colectivos implicados (sociedad, estudiantado, gobierno y colectivo universitario), encontraremos: 
    - El tipo de profesorado (ordinario, lector, ayudante, asociado, etc.) que imparte una titulación y su cualificación acreditada mediante los procesos de reconocimiento de méritos docentes y de investigación. 
    - Las horas de clase magistral, seminarios, laboratorio, tutoría, etc. recibidas por el estudiante, y la dimensión del grupo clase en cada caso. 
    - La utilización del aulario, los laboratorios, las bibliotecas y otros recursos materiales de apoyo al aprendizaje. 
    - La utilización del campus virtual (volumen del material compartido, número de accesos, volumen de descargas, etc.). 
    - La disponibilidad, actualidad y usabilidad de la información de la titulación o las evidencias de los métodos de evaluación empleados (exámenes, trabajos, etc.). 
    - Las prácticas externas y la movilidad. 
    - Las actividades de orientación para la profesión y para la inserción laboral. 
    - La satisfacción del alumnado sobre el profesorado y la titulación, y la satisfacción del profesorado sobre el proceso docente, usando los instrumentos específicos y pertinentes.
  • En la salida del proceso, es decir, en el número de estudiantes que acaban la titulación, el número de años que invierten, su inserción laboral, la opinión de todos los agentes implicados, etc., encontraremos: 
    - Los resultados académicos, que pueden recogerse en distintas tasas (rendimiento, abandono, graduación, eficiencia, etc.) y que dan visiones complementarias del desarrollo de cada titulación. 
    - Los resultados personales, que incluyen el logro de las competencias transversales y que pueden ser medidos, entre otros, a través de los trabajos finales de grado o de máster y de las valoraciones autopercibidas del logro de dichas competencias (encuesta de inserción laboral). 
    - La inserción laboral de las personas tituladas, que da indicaciones sobre la adecuación entre los objetivos de aprendizaje y los requerimientos profesionales, y las encuestas de satisfacción de los empleadores.

Governanza

Si bien de forma separada muchos de estos indicadores ya los tenemos disponibles gracias al sistema de información universitaria UNeix (como los indicadores 1, 2, 3, 11 y 13 del esquema), otros están en vías de elaboración (como el 4, 9 y 10), y el resto los tendremos que ir construyendo durante los próximos años de manera gradual, fácil y sólida.

Porque las titulaciones y las universidades necesitan construir referentes para mejorar. Y para disponer de referentes se necesitan indicadores consolidados y homogéneos que sean sostenibles a lo largo del tiempo, que sean extensibles al sistema universitario catalán, y que se puedan contextualizar y comparar.

Los referentes deben formar parte de la cultura de gestión de las universidades y tienen que ser claros y comprensibles para todo el mundo. En definitiva, deben ayudar a las universidades a mejorar y, también, a ser más transparentes. Y hay que tener en cuenta que la otra cara de la transparencia es la autonomía universitaria. Las universidades ganarán en autonomía si son capaces de explicar mejor lo que son capaces de hacer con los recursos que la sociedad les aporta.

 

1 UNeix es una base de datos implantada por el departamento competente en materia de universidades, en colaboración con las siete universidades públicas catalanas más la de Vic. Este sistema de indicadores funciona desde 2001 y cuenta con unos 700 usuarios. UNeix se basa en cuatro pilares: cooperación (entre universidades y Administración), homogeneidad de los datos, fiabilidad (se valida cuidadosamente toda la información recibida) y usabilidad, ya que la base de datos debe servir no sólo para mejorar la información estadística, sino también para fomentar los análisis, la planificación, la programación y la toma de decisiones en el ámbito universitario. Se trata de una herramienta pionera dentro del Estado.

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