Publicación bimestral de AQU Catalunya

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Septiembre 2013

Cuando una universidad ofrece un contrato temporal de profesor lector a un joven profesor, se espera de él que en el período de cinco años haya logrado suficientes méritos como para poder pedir una acreditación de investigación a fin de poder optar a un contrato indefinido, el cual permite acceder a categorías superiores, especialmente a un contrato de profesor agregado. En general, el profesorado lector afronta una importante dedicación docente y, especialmente, una importante tarea investigadora. ¿Cómo se está produciendo ese tránsito?

A continuación se presenta un breve análisis de la situación laboral del profesorado lector de las universidades públicas catalanas en situación de activo en centros integrados (los centros integrados son los centros propios de las universidades, sin incluir centros adscritos ni vinculados), con el objetivo de determinar si siguen la progresión para alcanzar la acreditación de investigación o de investigación avanzada.

Así, se ha cruzado la información disponible en la base de datos UNEIX (sistema de información de Universidades e Investigación de Cataluña) acerca del profesorado lector contratado con la información disponible en la base de datos de AQU Catalunya. El objetivo del cruce es saber si este colectivo ha pedido la acreditación de investigación o de investigación avanzada a la agencia catalana. Hay que tener presente, sin embargo, que puede existir profesorado lector que disponga de una acreditación de contratado doctor emitida por ANECA y dicha información no está registrada en la base de datos de AQU Catalunya.

La tabla 1 presenta la información del profesorado lector contratado, independientemente del año de contratación. Así, incluye a lectores desde el primero hasta el quinto —y último— año de contrato. De acuerdo con los datos, casi tres de cada cuatro lectores contratados ya han pedido la acreditación de investigación o de investigación avanzada a AQU Catalunya y casi el 50% de los lectores contratados ya tienen la mencionada acreditación. Por universidades, no se aprecian excesivas diferencias con respecto al porcentaje de profesorado lector que ha pedido la acreditación; en cambio, en cuanto a los lectores con una acreditación favorable, destacan la URV y la UPC.

Asimismo, se ha realizado un análisis detallado para el profesorado lector que se encuentra en el cuarto año de contrato, dado que el contrato de lector es por un máximo de cinco años y se acerca el momento crítico de cara a la renovación del contrato.

En buena lógica, el porcentaje de profesorado lector que ha pedido la acreditación es más elevado. Así, ocho de cada diez lectores de cuarto año han presentado a AQU Catalunya la solicitud de evaluación de investigación o de investigación avanzada. Por universidades, destacan por su baja tasa de personas presentadas la UPF (50%) y la UdG (60%), aunque el número de lectores de cuarto año en ambas universidades es bastante bajo (doce y cinco, respectivamente).

Por otro lado, observamos que casi el 60% del profesorado lector de cuarto año ya tiene la acreditación de investigación positiva. El dato pone de manifiesto que existe un importante número de lectores de cuarto año que todavía no están en condiciones de poder optar a un contrato estable, lo que invita a las universidades en las que están contratados a reflexionar sobre ello. Por universidades, destaca un grupo encabezado por la URV, en el que también están representadas la UB, la UAB y la UPC, con el 60% o más de profesorado lector de cuarto año acreditado. Por el contrario, la UPF, la UdG y la UdL presentan unas tasas bastante más bajas, si bien es cierto que se trata de una población muy reducida.

Como conclusión podemos destacar que, en un porcentaje significativo, el profesorado lector contratado está siguiendo el itinerario formativo previsto, aunque existe un porcentaje superior al 40% que, a las puertas de la renovación de contrato, no ha alcanzado todavía el nivel previsto por AQU Catalunya, lo que sugiere una reflexión por parte de los responsables de las políticas de profesorado.