En Cataluña, esta situación se ve agravada por déficits en materia fiscal (balanza fiscal excesivamente negativa con el Estado y niveles excesivos de fraude y economía sumergida), que comprometen aún más la disponibilidad de recursos públicos. En estas circunstancias difíciles, Cataluña tiene que afrontar la cuestión de cómo preparar el país para el futuro y mejorar las perspectivas de vida de las generaciones venideras.
La respuesta decisiva la da el Pacto Nacional para la Sociedad del Conocimiento: reforzar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación. Mediante estas acciones, pueden crearse puestos de trabajo de alta calidad, empleo a largo plazo, un crecimiento sostenible de la economía y, vinculado al desarrollo social, también un fortalecimiento democrático. Cataluña debe poder evolucionar desde el grupo de países europeos considerados moderadamente innovadores hacia los que hoy son líderes en innovación.
Para ayudar a alcanzar este objetivo, se ha logrado un enfoque político coordinado y ampliamente consensuado en forma de ley: la Ley 9/2022, de 21 de diciembre, de la Ciencia, o ley de la ciencia de Cataluña (LCC). La formación en todos los niveles y la capacidad de generar conocimiento nuevo en todos los ámbitos son la base de la sociedad del conocimiento. Y la franja de esa base que combina formación e investigación es el sistema universitario. Las principales tareas de las universidades en la sociedad son, precisamente, proporcionar educación académica de alta calidad y llevar a cabo investigaciones científicas en los límites del conocimiento sobre las que fundamentar el desarrollo de sociedades más justas, sostenibles y con cuotas más altas de bienestar.
Por tanto, las unidades básicas sobre las que se construye el aumento en el nivel de conocimiento de la sociedad son las mismas con las que se estructura el conocimiento en sus universidades: los departamentos universitarios. El conocimiento no evoluciona en compartimentos cerrados, sino que lo hace con una interacción interdisciplinaria elevada. Sin embargo, la organización disciplinaria es imprescindible dada la complejidad de la evolución del conocimiento y su gran diversidad y especificidad. La organización básica de este conocimiento en todas las universidades del mundo la constituyen los departamentos y unidades equivalentes. Por tanto, los departamentos universitarios son también las unidades básicas sobre las que se puede construir la política científica de un país.
Debido a ello, la LCC prevé, precisamente, el Plan Estratégico Universitario en Investigación de Excelencia, que «reconoce el esfuerzo, la implicación y la voluntad institucional de la universidad de potenciar significativamente la internacionalización y la calidad de la investigación de los departamentos, de los grupos de investigación, de los institutos de investigación propios y de los centros adscritos con actividad de investigación, así como su interconexión y colaboración científica interna y externa con el mayor alcance».
En el artículo 34 de la LCC, se confía a la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU Catalunya) el diseño, la gestión y la ejecución de todos los procesos de evaluación externa para la obtención de la credencial de los departamentos y unidades equivalentes, incluida la aprobación de indicadores objetivos, conocidos, medibles e internacionalmente homologables.
Se trata, pues, de un nuevo encargo muy sensible y con un gran impacto potencial en el sistema universitario que esperamos que tenga también una gran trascendencia para nuestro país. AQU Catalunya está preparada para asumirlo con toda la responsabilidad gracias a la experiencia de veinte años de evaluación de la actividad de investigación del profesorado universitario, y también gracias al conocimiento cercano de experiencias de otros sistemas universitarios que ya han iniciado evaluaciones institucionales de investigación con resultados positivos comprobados en la mejora de su sistema.
Estamos ante un proyecto colectivo concebido para ser relevante en el desarrollo de nuestro sistema de conocimiento y, por tanto, en el de Cataluña. Implica a todas las universidades del país, tanto públicas como privadas, y a todos los ámbitos de la ciencia. Estoy seguro de que, tal y como ha ocurrido con la misma LCC, todas las partes afectadas participarán con gran interés e implicación. Esperamos poder ver los primeros resultados muy pronto.