Publicación bimensual de AQU Catalunya

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Mayo 2009

Se aproxima el año 2010, fecha fijada por los ministros europeos de educación superior para el despliegue completo de las nuevas titulaciones, que en todo caso, tal y como se recuerda con frecuencia, es más un punto de partida que de llegada. Los ministros afilan los lápices y preparan una reunión extraordinaria para el año que viene. Por lo que se refiere a la celebrada el mes pasado en Lovaina, los ministros han insistido en los temas de declaraciones anteriores y han puesto énfasis en tres: a) el carácter social de la educación superior y el objetivo de proporcionar iguales oportunidades a su acceso y posibilidades equitativas de terminación de los estudios; b) el aprendizaje a lo largo de la vida (lifelong learning), que requiere flexibilidad en los itinerarios formativos, estudios a tiempo parcial e itinerarios basados en la experiencia laboral, y c) el desarrollo de los marcos nacionales de cualificaciones, poniendo como objetivo su completo desarrollo para el 2012.

Recordemos que el despliegue del Espacio europeo de educación superior (EEES) se realizó en España en un cuidadoso orden inverso: primero con los programas de máster y posgrado (año 2005), después, en 2007, con los de grado (y otra vez los de máster, ya "a toro pasado"), y en estos momentos una comisión creada por el Ministerio trabaja intensamente en el desarrollo del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior (MECES), pieza clave para el diseño de titulaciones. No es necesario insistir en que este orden inverso de hacer las cosas las complica innecesariamente, genera contradicciones y un continuo tejer y destejer, y hace más que probable una revisión global de todo lo realizado en un plazo de tiempo no muy lejano, bien de forma gradual o súbita. Por poner un ejemplo, será interesante ver cómo el marco de cualificaciones integra (o desintegra) las fichas desarrolladas por las órdenes ministeriales que establecen los "requisitos para la verificación de los títulos universitarios que habilitan para el ejercicio de las profesiones de ingenieros e ingenieros técnicos", que en algunos casos llegan a definir hasta el 70% de los créditos de las titulaciones.

Pero un buen (no cualquier) marco de cualificaciones es un referente imprescindible para un sistema de títulos diverso pero coherente, que permita ejercer a las universidades su autonomía, aprovecharse de sus especificidades y puntos fuertes e introducir innovaciones y propuestas imaginativas, manteniendo la indispensable atención a los intereses de la sociedad en la formación de profesionales universitarios de calidad. En este contexto de mayor libertad en el diseño y desarrollo de los títulos, la atención a la rendición de cuentas se centra en la certificación de los logros. Así, es de esperar que los futuros procesos de acreditación estén cada vez más enfocados a verificar el logro del perfil de formación, y la evaluación de los aprendizajes es el momento en el que se constata el logro de los estudiantes.

Por otro lado, los estándares europeos de aseguramiento de calidad (ENQA, 2005) establecen que los estudiantes deberían estar claramente informados sobre los métodos de valoración a los que estarán sujetos, sobre qué se espera de ellos y sobre qué criterios se aplicarán para valorar su rendimiento.

En definitiva, las nuevas titulaciones ya iniciadas durante el pasado curso, y las que comenzarán en septiembre, enfrentan a los profesores con la tarea de evaluar no sólo conocimientos, sino también competencias, tanto las genéricas que definen el marco general europeo de cualificaciones (anteriormente denominado "descriptores de Dublín") y que son recogidas por el Real Decreto 1393/2007 en su anexo, como las específicas que se hayan introducido en cada titulación concreta. En estas circunstancias, desde AQU Catalunya hemos puesto a disposición del profesorado de nuestras universidades una colección de once guías para la evaluación de competencias, redactadas, a partir de una convocatoria competitiva y bajo la coordinación de AQU Catalunya, por equipos de profesores de nuestras universidades, conocedores del contexto y con el objetivo de que dichas guías sean realistas, ejemplares y útiles.

Esperamos que el esfuerzo que han realizado los grupos de profesores y profesoras, a quienes queremos expresar nuestro agradecimiento, resulte verdaderamente útil y provechoso.