Publicación trimestral de AQU Catalunya

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Enero 2015

El Consejo de Dirección de AQU Catalunya ha aprobado el Plan estratégico que deberá desplegar durante el período 2015-2018.

Este Plan estratégico no es el primero para la agencia catalana. Concretamente, en 2001 aprobó un plan de actuación que era una aproximación a la elaboración de un plan estratégico, y en 2009 aprobó, esa vez sí, el primer Plan estratégico para el período 2009-2012. Este Plan se cumplió de forma razonable, a pesar de ser la primera experiencia que la organización tenía en el despliegue de un plan estratégico, y pese a las restricciones presupuestarias sobrevenidas.

El nuevo Plan estratégico, como es lógico, parte del anterior. Se inspira en él, pero claramente marca una nueva orientación propiciada por la evolución de AQU Catalunya y del contexto de nuestro sistema universitario.

Dejadme que me centre en las principales diferencias respecto al anterior, algunas de estructura y también, cómo no, de contenido.

En cuanto a la estructura, podemos decir que el nuevo Plan mantiene la misión y los valores de actuación, incorpora una visión global y, lo más relevante, simplifica los ocho ejes del anterior en seis: calidad institucional (antes evaluación de instituciones y titulaciones), calidad del profesorado (antes evaluación del profesorado), generación y transferencia de conocimiento (antes análisis del sistema de educación superior), internacionalización (antes relaciones externas), dirección estratégica (antes comunicación y estudiantes) y organización interna (antes dirección y organización, y personas).

En cuanto al contenido, comparando la nomenclatura de los ejes de ambos planes estratégicos, ya puede intuirse el salto evolutivo del antiguo al nuevo Plan. Habría que destacar, sin embargo, las cuatro novedades que globalmente creemos que son más relevantes.

La primera es que en el Plan del año 2009 se perseguía, en lo referente a los ejes que son la razón de ser —lo esencial— de AQU Catalunya, la evaluación, un término con una evidente carga de acción, y el de 2015, en cambio, se centra en la calidad, un término que comporta el tener o no unas propiedades. Este salto no es menor, es fruto de la evolución de la actividad de AQU Catalunya y también del contexto. Hay que recordar que en 2009 la normativa estatal excluía a las agencias como la catalana de realizar los informes previos al proceso de verificación, a no ser que fuera a través de un convenio con ANECA. Por lo tanto, queda plenamente justificado que entonces se planteara como objetivo estratégico el poder desarrollar de forma autónoma la actividad normal que se supone que debe tener una agencia de calidad. Y, una vez superada esa fase, para el período 2015-2018 se evoluciona hacia fortalecer la calidad del sistema universitario.

La segunda novedad es que la calidad de las instituciones y del profesorado se plantea desde un enfoque institucional. El período 2015-2018 tiene que ser el período que propicie la implantación de un modelo de evaluación institucional: hay que tender hacia modelos más eficientes y que valoren el funcionamiento de los centros, que son los responsables últimos del buen funcionamiento de las titulaciones universitarias, y hay que evolucionar hacia la certificación de centros para otorgarles mayor autonomía, y centrar las actividades de la agencia catalana en cuestiones de refuerzo e impulso de la garantía de la calidad. Y en el caso del profesorado también, claramente, aparece la visión más institucional de apoyar la mejora de las políticas de profesorado de las universidades catalanas, con una visión integrada de la evaluación de los centros.

La tercera novedad la encontramos en el ámbito de la transferencia de conocimiento y del tratamiento de la información. En 2009 el planteamiento era poner a disposición de la sociedad toda la información accesible, clara, completa y actualizada —lo cual se hizo—, mientras que el reto que se plantea en el nuevo Plan estratégico es que la información tenemos que saber trasladarla, respetando la naturaleza de los proyectos y el rigor, de formas distintas en función de los grupos de interés a los que se dirige, para facilitar la toma de decisiones. Ya no solamente es poner la información a disposición de la sociedad, sino que tiene que ser relevante y útil para las personas que la consulten. Por lo tanto, queremos fomentar el tratamiento del conocimiento que vamos generando a fin de mejorar el sistema.

Por último, y de acuerdo con las necesidades de las universidades catalanas, en este nuevo período AQU Catalunya tiene que ser un instrumento que debe internacionalizar su actividad. Si en el anterior Plan se planteaba la creación de relaciones externas, en este nuevo Plan se pretende impulsar una política de cooperación y de alianzas que permita apoyar y potenciar la internacionalización del sistema universitario catalán.

Los planes estratégicos, por propia definición, tienen que ser ambiciosos y deben servir para cambiar. Y AQU Catalunya quiere cambiar para adaptarse a las nuevas necesidades y a los retos que provienen tanto de las universidades catalanas como de las demandas exteriores. Vivimos en un mundo globalizado que no permite caer en autocomplacencias paralizantes. El sistema universitario catalán es exigente, muy dinámico y está entre los mejores sistemas universitarios del mundo, y AQU Catalunya tiene que saber dar respuesta a sus demandas, contando con su colaboración. Esperemos que este nuevo Plan se convierta en una adecuada herramienta para conseguirlo.