He calificado el tema con el adjetivo "tortuoso" de manera deliberada porque, como suele ocurrir, desgraciadamente, el cambio legislativo no ha previsto una transición en unos plazos razonables y con cierto margen de maniobra. Se publica el decreto y se espera que todo vaya bien. Pero la adaptación no es fácil ni inmediata. Así, por ejemplo, pedir a las universidades que de un día para otro sustituyan el término tipología de competencias por resultados de aprendizaje en formato europeo (conocimientos, habilidades y competencias) no es evidente. Se trata de un cambio conceptual muy relevante si se quiere hacer bien, y que tiene unas implicaciones enormes en lo que se refiere a la preparación de las memorias de verificación. Lo mismo ocurre con otras cuestiones de dicho real decreto.
Para efectuar el cambio, es necesario que la tecnología de apoyo esté disponible; sin embargo, en el momento de publicar este texto, el personal técnico de gestión de la calidad de las universidades debe utilizar unas aplicaciones informáticas del Ministerio de Universidades que no están adaptadas a lo dispuesto en el Real Decreto 822/2021.
La situación del despliegue de dicho real decreto es, hoy por hoy, algo caótica y en las antípodas de lo que le conviene a un sistema universitario que trabaja para conseguir una calidad universitaria orientada a la mejora continua.
En este contexto, el conjunto del sistema universitario catalán está haciendo un enorme esfuerzo para llevar a cabo esta transición. Cabe señalar y agradecer especialmente la labor desarrollada por las unidades técnicas de calidad de las universidades y por el personal técnico de AQU Catalunya, que constituyen la fuerza de choque para conseguir que los cambios derivados del citado real decreto puedan llevarse a cabo. Sabemos que saldremos adelante, pero habríamos preferido un camino más llano.
Hemos dedicado el boletín actual a este tema dada su importancia y vigencia. Esperamos que los análisis y reflexiones que se exponen ayuden a los lectores a entender los retos que hay en juego, y guíen a las personas que trabajan en cuestiones de calidad universitaria para avanzar en el despliegue de todo lo que esta normativa comporta.