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Enero 2014

EDITORIAL

Postura del Consejo de Dirección sobre el Informe CORA

Consejo de Dirección - AQU Catalunya

El Consejo de Dirección1 de AQU Catalunya manifiesta su completo desacuerdo con la medida 1.07.004, y sus objetivos concretos, planteada por la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (Informe CORA, noviembre de 2013), por los motivos que se exponen a continuación.

En cuanto al objetivo descrito en el Informe CORA por el que quiere «establecerse una estrategia nacional [estatal] de calidad de la enseñanza universitaria para la evaluación del profesorado contratado y de los títulos universitarios», el Consejo de Dirección de AQU Catalunya cree que:

  • Representa una involución en la autonomía universitaria en cuanto al diseño de títulos, dado que la medida pretende evitar diferencias importantes en las características de un mismo título incorporado en el RUCT, sea cual sea la comunidad autónoma de procedencia. Esta intención contradice la filosofía del EEES, y de la propia legislación española, que otorga a las universidades la responsabilidad de la elaboración de los planes de estudios de los títulos. La medida parece implicar un regreso al tiempo del catálogo y limita a las universidades en cuanto a la posibilidad de impartir enseñanzas que aprovechen su capacidad de innovación y que se adapten a un entorno exigente en constante transformación, tanto a escala local como internacional, en igualdad de condiciones, tal y como lo hacen el resto de las universidades europeas.
  • Pretende igualar el sistema de evaluación externa sin tener en cuenta las especificidades propias de los sistemas universitarios autonómicos, limitando su desarrollo. Homogeneizar los criterios de evaluación no reduciría diferencias ni ayudaría a la mejora de la calidad, sino que generaría perjuicios a aquellos sistemas que necesitan más tiempo de adaptación o bien frenaría a aquellos que, como el catalán, pueden y quieren alcanzar un mayor nivel de exigencia en todos los ámbitos a los que afecta la medida (evaluación de profesorado: creación de la figura de catedrático contratado, o bien el Programa Serra Húnter; titulaciones: implantación del Marco para la verificación, seguimiento, modificación y acreditación de las titulaciones universitarias, y el sistema de indicadores WINDDAT). Además, la unificación de criterios implicaría, inevitablemente, una estandarización y burocratización de los procesos de evaluación, que podría comportar la desaparición de la orientación hacia la mejora continua que la agencia catalana ha establecido en todos sus proyectos de evaluación.

En el caso del segundo objetivo, «Reunir todas las competencias en una única agencia, de forma similar a como lo están haciendo otros países europeos, para generar una política más homogénea de evaluación de la calidad», el Consejo de Dirección de AQU Catalunya opina que:

  • Propone pasar de un modelo autonómico a un modelo centralizado, en el que supedita las agencias autonómicas a la agencia estatal, sin realizar un análisis comparativo riguroso de los modelos existentes y obviando su dinámica. En Europa hay países con un número de habitantes similar a Cataluña (como Finlandia, Dinamarca u Holanda) que tienen una agencia de calidad o más, y otros países como Alemania y la región de Escandinavia, con más de 81 y 25 millones de habitantes, que cuentan, respectivamente, con ocho y cuatro agencias de calidad. Por lo tanto, Europa no interviene en la definición del modelo de agencias de evaluación externa que debe tener un país, sino que ha establecido unos estándares y directrices para la garantía de la calidad, aprobados por todos los estados miembros, cuyo cumplimiento es el punto de partida para el mutuo reconocimiento de las decisiones que se adoptan.
  • Plantea suprimir las agencias autonómicas o convertirlas en delegaciones territoriales, cuando éstas han obtenido una mejor calificación que la estatal en cuanto al cumplimiento de los estándares y directrices europeos. AQU Catalunya es la primera de las agencias de calidad universitaria creada en el Estado Español, una de las agencias más reconocidas a escala internacional (cofundadora de la asociación europea de agencias ENQA) y también la que ha obtenido uno de los mejores resultados en cuanto al cumplimiento de los estándares europeos, por encima de la mayoría de las agencias europeas y de todas las agencias españolas, incluida la estatal. Extraña que se menosprecie la capacidad, experiencia y conocimiento de AQU Catalunya, cuando ha atendido a la regulación estatal en materia de aseguramiento de la calidad y ha ido más allá, construyendo un modelo catalán más avanzado y conectado a las necesidades de las universidades catalanas que incluye, entre otros elementos identificadores, un sistema de indicadores ejemplar en Europa, especialmente en la definición de los criterios de medida y en la libre disposición por parte de las universidades de los datos de empleabilidad.

Por último, en el caso del objetivo «Evitar las duplicidades existentes en algunos programas de evaluación y optimizar el coste de los procesos de evaluación de las titulaciones a través de un sistema más eficiente que permita un menor coste de los procesos», el Consejo de Dirección de AQU Catalunya cree que:

  • Establece los ahorros generados por la medida a partir de una metodología de cálculo poco sólida, arbitraria y que parte de un profundo desconocimiento de la estructura y de las distintas funciones que desarrollan las agencias de calidad autonómicas. Erróneamente, se ha estimado el ahorro de la medida tomando como referencia la estructura de gasto de ANECA y su distribución respecto a los distintos programas de evaluación, certificación y acreditación, y suponiendo que el resto de las agencias tienen una estructura de costes igual que la agencia estatal. La estructura de AQU Catalunya tiene poco que ver con la de ANECA y, por lo tanto, habría que comparar los costes por expediente de evaluación, incluidos costes directos e indirectos e imputando el coste de personal por expediente, para valorar exactamente qué estructura es más eficiente. De acuerdo con los datos que ofrece el Informe CORA, si se compara con los datos reales de AQU Catalunya y teniendo presente el número de evaluaciones que lleva a cabo cada agencia, puede afirmarse que AQU Catalunya realiza los procesos de evaluación de titulaciones y de profesorado con aproximadamente un 25% menos de coste con respecto a la agencia estatal. Por lo tanto, económicamente es una agencia más eficiente.
  • Ignora los costes, no solamente económicos, que puede suponer para el sistema no tener una agencia de proximidad, así como los asociados a una disminución de la actividad económica en el territorio. En el caso de la agencia catalana, la medida absorbe las funciones de evaluación de titulaciones y de profesorado universitario, pero en ningún caso contabiliza la pérdida de valor para el sistema universitario catalán que significaría el dejar de realizar las actividades de generación de conocimiento (como la encuesta de inserción laboral, la participación en UNEIX, la construcción y mantenimiento del sistema de indicadores WINDDAT, las encuestas de satisfacción de los estudiantes, los análisis de la evaluación del profesorado, la encuesta de inserción laboral a los empleadores, etc.), de internacionalización (la asunción del secretariado de la INQAAHE, la participación en las agencias internacionales ENQA y EQAR, la participación en proyectos internacionales como IMPALA, ISHLA, etc.) y de cooperación con las universidades y la sociedad catalana en general. Asimismo, la simplicidad del modelo de ahorro propuesto no ha tenido en cuenta los costes asociados a desplazamientos (económicos y temporales), alojamiento, menor conocimiento del sistema universitario, lingüísticos en el caso catalán, o de nombramiento de expertos del mismo territorio (que también habría que analizar con detenimiento para poder valorar si la calidad del servicio es la misma).

En resumen, el Consejo de Dirección de AQU Catalunya considera que la medida 1.07.004 obedece a unas intenciones por parte del Gobierno del Estado Español que poco tienen que ver con la mejora de la calidad, con ayudar a las universidades a que exploten todo su potencial para poder competir en un mundo global, con buscar la eficiencia y eficacia económica o con la construcción del EEES.

Centralizar las competencias no reducirá diferencias, sino que, en el caso catalán, puede ser un lastre para el desarrollo, la internacionalización y la competitividad de su sistema universitario y, por lo tanto, del Estado Español o de Europa. No se incrementará la confianza en el sistema de evaluación, puesto que, si éste es homogéneo, difícilmente podrá tener en consideración, entre otros, el contexto socioeconómico y cultural del título, las especificidades necesarias para la mejora o la promoción de directrices que realmente sean útiles. Esta acción no demuestra, en ningún caso, que favorezca la movilidad de los estudiantes, titulados o profesorado, tal y como afirma que conseguirá, al menos en un ámbito europeo o internacional.

El sistema universitario catalán es uno de los polos universitarios de mayor proyección y referencia internacional que tiene el Estado Español, y AQU Catalunya es uno de los instrumentos que da respuesta a los requerimientos que éste le formula. Y lo hace con un presupuesto homologable o inferior al que tienen agencias europeas que operan en sistemas universitarios de dimensión parecida a la de Cataluña.

Disponer de una agencia bien conectada con el entorno inmediato, pero que a la vez es reconocida a escala internacional, forma parte de los elementos que incorporan los sistemas universitarios de excelencia. Y el sistema universitario catalán no quiere renunciar a ello, porque contar con una agencia propia en Europa significa tener un modelo propio que permita a las universidades competir en el entorno cambiante, y Cataluña quiere mantener su agencia para desarrollarse en igualdad de condiciones.

Por todo ello, el Consejo de Dirección de AQU Catalunya pide que esta postura, así como la memoria explicativa que la acompaña, se eleven a los órganos de Gobierno y de representación de la Generalitat de Cataluña, para que tomen las medidas que consideren oportunas con el objetivo de reconocer y potenciar el modelo universitario catalán, tanto nacional como internacionalmente, donde la agencia catalana debe seguir teniendo un papel relevante.

Documento PDF Memoria sobre la posición del Consejo de Dirección sobre el Informe CORA.

Barcelona, 17 de diciembre de 2013

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1 El Consejo de Dirección de AQU Catalunya está formado por todos los rectores y rectoras de las universidades públicas catalanas, por tres rectores o rectoras de las universidades privadas, por todos los presidentes y presidentas de los consejos sociales de las universidades públicas catalanas, por representantes del Gobierno de la Generalitat de Cataluña y por académicos de prestigio del sistema universitario catalán.

 

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