Publicación trimestral de AQU Catalunya

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Julio 2015

El 8 de julio de 2015, el Parlamento de Catalunya aprobó la Ley de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya.¹ Tras siete años manifestando desde la Agencia la conveniencia de crear una ley, al tercer intento,² finalmente, la Ley ha sido aprobada.

Cabe decir que se trata de una ley de consenso. Durante el debate, todos los grupos parlamentarios manifestaron una opinión favorable tanto en lo que se refiere a la labor desarrollada por AQU Catalunya como en lo que respecta al proyecto de ley, lo cual quedó reflejado en el resultado de la votación (87 votos a favor y 40 abstenciones).

AQU Catalunya necesitaba la nueva Ley, sobre todo para adaptarse a las recomendaciones de la evaluación externa internacional de AQU Catalunya que tuvo lugar en 2007. Dichas recomendaciones tenían relación con el proceso de nombramiento del presidente, el director y los presidentes de las comisiones de evaluación; la ampliación de la composición del Consejo de Dirección para que incluyera a estudiantes y a representantes de la sociedad; la creación de una comisión de apelaciones, y la integración de la Comisión de Profesorado Lector y Profesorado Colaborador con la Comisión de Evaluación de la Investigación.

Asimismo, además de haber dado respuesta a las peticiones de las evaluaciones externas internacionales, el Gobierno de la Generalitat de Catalunya ha aprovechado esta oportunidad para fortalecer la Agencia actualizando sus funciones y dotándola de una estructura más flexible.

Las aportaciones más relevantes de la nueva ley son, a mi entender:

1. La creación de la Comisión de Apelaciones, que es la encargada de resolver los recursos de alzada interpuestos contra los acuerdos de las comisiones de evaluación. Con la Comisión de Apelaciones se ofrecen más garantías de independencia técnica que con el modelo actual, en el que son los propios presidentes de las comisiones de evaluación quienes deben resolver esos recursos.
2. La ampliación de la representación del Consejo de Gobierno (antiguo Consejo de Dirección) y de su Comisión Permanente, con todos los rectores de las universidades catalanas ?públicas y privadas?, representantes de estudiantes y representantes sindicales.
3. La mayor flexibilidad de la nueva estructura, al atribuir al Consejo de Gobierno la aprobación de las comisiones permanentes y no permanentes que actúan en la Agencia, a excepción de la Comisión Asesora, que es un órgano de carácter consultivo, y de la Comisión de Evaluación de la Investigación, con la que se fusiona la Comisión de Profesorado Lector y Profesorado Colaborador.

Durante los próximos meses, la Agencia deberá adaptarse a lo que establece la nueva ley. Los cambios que hay que llevar a cabo no van a transformarla radicalmente y, por lo tanto, el usuario no los va a percibir de forma inmediata. No obstante, seguro que su nueva estructura, así como el hecho de contar con nuevas opiniones en los órganos de gobierno y la asunción de nuevas funciones, van a hacer de la Agencia un organismo más eficiente y flexible, capaz de adaptarse mejor a las necesidades presentes y futuras para seguir dando un buen servicio como agencia de evaluación externa al sistema universitario catalán.

Un proceso de aprobación de una ley no se vive cada día. Tal como he comentado al principio, para que este sea una realidad han sido necesarios siete años de trabajo intermitente, pasando por tres gobiernos, tres presidentes y tres directores de AQU Catalunya. Por ello quiero manifestar mi más profundo agradecimiento al Gobierno de la Generalitat de Catalunya, especialmente al consejero de Economía y Conocimiento, al secretario de Universidades e Investigación, y al director general de Universidades, por haber impulsado el anteproyecto de ley; a la diputada relatora y a los diputados miembros de la ponencia de la Ley en el Parlamento de Catalunya, por los esfuerzos que han hecho para llegar a consensos y por haber mejorado la redacción del proyecto de ley, y a todos los grupos parlamentarios, por la sensibilidad que han mostrado al entender la necesidad de que AQU Catalunya dispusiera de una nueva ley dentro de esta legislatura.

También quiero hacer extensivo mi agradecimiento a todas las personas que han apoyado la aprobación de la Ley, a los rectores de las universidades catalanas y a los presidentes de los consejos sociales, pero también a los representantes de los estudiantes, de los sindicatos y de la ENQA. De igual modo, quiero mostrar mi agradecimiento al personal de la Secretaría de Universidades e Investigación implicado, especialmente al personal del Área de Asesoramiento Jurídico en el Ámbito de Universidades e Investigación, así como al personal de AQU Catalunya que ha participado en este proceso.
Por último, pero no por ello menos importante, quiero expresar un agradecimiento especial al ex presidente de AQU Catalunya, el Dr. Antoni Serra Ramoneda (1998-2008), porque fue durante su mandato cuando surgió la necesidad de hacer una nueva ley, y sobre todo al ex presidente Dr. Joaquim Prats Cuevas (2008-2013), que trabajó intensamente para situar la Ley en la agenda política y para que esta fuese una realidad.

El actual director y yo hemos colaborado en todo lo que ha estado en nuestras manos para contribuir a este proceso final y, además, tenemos la suerte de ser los que recogemos los frutos de la labor de todas las personas que han trabajado en él. Ara nos toca llevar la Ley a buen puerto. ¡Gracias a todos! 

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¹ AQU Catalunya fue creada en el año 1996 por el Decreto 355/1996, de 29 de octubre, de constitución del Consorcio Agencia para la Calidad del Sistema Universitario en Catalunya, y fue modificada por la Ley 1/2003, de 19 de febrero, de Universidades de Catalunya, LUC (publicada en el DOGC n.º 3826, de 20 de febrero de 2003).

² En los años 2010 y 2012, los respectivos gobiernos elaboraron anteproyectos de ley que finalmente no pudieron tramitarse por una cuestión de calendario electoral.