AQU Catalunya ha presentado recientemente su segundo estudio que analiza las desigualdades en la inserción laboral de titulados y tituladas según su clase social y la medida en que el sistema universitario catalán (SUC) fomenta su movilidad social. Los resultados del estudio demuestran que si una persona joven quiere ser móvil socialmente, estudiar un grado universitario sigue siendo una opción efectiva. La educación universitaria permite una buena inserción laboral independientemente de la clase social del estudiantado e incluso iguala las probabilidades de tener éxito laboral entre titulados y tituladas de clases sociales diferentes entre las personas del mismo grado. Aquí radica otro hallazgo importante del informe: el estudiantado de clases sociales distintas no siempre estudia la misma titulación. Las clases sociales altas tienden a matricularse en grados con mejores resultados laborales —como Medicina o algunas Ingenierías— y, por tanto, desde el punto de vista agregado, suelen tener un empleo más estable y mejor remunerado. En resumen, si dos estudiantes de clases sociales distintas se matriculan en Medicina, no habrá diferencias en su inserción laboral, aunque los estudiantes de clase alta tienen más probabilidades de titularse en Medicina que los de clase trabajadora.
El presidente de AQU Catalunya, Francesc Xavier Grau, ofreció la siguiente síntesis de estos resultados: “Aunque el ascensor social funciona, no sube a las mismas plantas y eso eterniza [la] segregación social”. Esta doble función de las universidades, que se materializa tanto en Cataluña como en otros lugares, es una característica común de los sistemas de educación superior. En este sentido, el sociólogo Manuel Castells los define como “sistemas dinámicos con funciones contradictorias”,y sus instituciones tienen un papel fundamental tanto en la expansión de oportunidades educativas como en la formación de élites profesionales.
Si dos estudiantes de clases sociales distintas se matriculan en Medicina, no habrá diferencias en su inserción laboral, aunque los estudiantes de clase alta tienen más probabilidades de titularse en Medicina que los de clase trabajadora
Teniendo en cuenta esta doble naturaleza de los sistemas universitarios, el estudio de AQU Catalunya aporta un conjunto de datos que pueden ser de utilidad a los actores del SUC para reforzar la dimensión social de nuestro sistema universitario. Por un lado, demuestra que las universidades catalanas son un poderoso motor de movilidad social, especialmente en las universidades situadas fuera de Barcelona. Como se muestra en la siguiente figura, existe un conjunto de titulaciones de grado que se imparten fuera de Barcelona y que pertenecen a los ámbitos de estudio como la Intervención Social, la Educación o la Psicología y Terapia, que tienden a tener titulados y tituladas de entornos familiares más humildes y que fomentan una movilidad social elevada.
Por otro lado, identifica, como se muestra en la siguiente tabla, que no todas las titulaciones tienen una distribución equitativa de su población graduada. Existe un conjunto de titulaciones, las cuales tienden a tener mejores perspectivas profesionales, que tienen una mayor representación de titulados y tituladas de clase alta. Por ejemplo, casi 6 de cada 10 graduados y graduadas de las titulaciones del subámbito de Medicina y Ciencias Biológicas son de clase alta, y no existe ningún subámbito de Ingeniería que tengan menos de un 45 % de titulados y tituladas de esta misma clase. Por otra parte, los grados en Intervención Social y en Educación tienen una mayor representación de graduados y graduadas de clases trabajadoras.
En AQU Catalunya creemos firmemente en un modelo de mejora continua basada en evidencias. Es por este motivo, que hemos elaborado este estudio conjuntamente con un catálogo de indicadores de equidad, el cual propone una serie de medidas que permiten monitorizar la equidad universitaria no solo en la inserción, sino también en el acceso y el progreso durante los estudios. Esperamos que tanto los datos que hemos analizado en el estudio de equidad en la inserción laboral y la movilidad social como la propuesta de indicadores en el acceso y el progreso durante los estudios puedan ser de utilidad a los actores del SUC para conocer mejor el estado de su dimensión social, sus fortalezas y aquellas áreas que requieran atención para la mejora.