Publicación trimestral de AQU Catalunya

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Abril 2017

El pasado 9 de marzo se celebró, en la sede de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (ACPUA), el seminario "La evaluación de la internacionalización y de otras dimensiones excelentes de los títulos", en el que participó el director de AQU Catalunya, el Dr. Martí Casadesús. Yo tuve la ocasión de intervenir complementariamente como vicerrector de Política Académica de la Universitat Ramon Llull, ya que anteriormente habíamos participado con la agencia catalana en procesos de evaluación adicionales.

Es en el marco de dicha intervención que pude compartir nuestra experiencia como universidad en la participación del proceso de evaluación de una serie de dimensiones adicionales, que se evalúan de forma opcional y complementaria al proceso de acreditación obligatorio de las titulaciones oficiales.

Sin duda, iniciar el proceso de acreditación de las titulaciones oficiales ha sido uno de los retos más importantes que han afrontado las universidades desde el inicio del Plan Bolonia, y por el cual ya han pasado más de 450 titulaciones del sistema universitario catalán.

AQU Catalunya, en la línea de los principales referentes internacionales de su ámbito y siguiendo los estándares europeos de garantía de la calidad, ha desarrollado un marco de evaluación que no se limita únicamente al aseguramiento de unos principios mínimos de calidad, sino que va más allá a la hora de detectar buenas prácticas y destacar la excelencia de las universidades del sistema. En este contexto, nacen las dimensiones adicionales en tres ámbitos concretos: el desarrollo y la inserción profesionales, la interacción entre investigación y docencia, y la internacionalización. Las tres dimensiones otorgan una distinción que reconoce la excelencia y alta especialización de una titulación concreta en uno (o varios) de estos tres ámbitos de actuación.

La apuesta de la Universitat Ramon Llull para garantizar la calidad de nuestras titulaciones con los distintos sellos de AQU Catalunya nos ha llevado a ser una de las primeras universidades en efectuar la evaluación de dos de esas dimensiones adicionales en siete de nuestros títulos. Por un lado, la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés logró, en el año 2015, el reconocimiento favorable de la dimensión ‘Desarrollo e inserción profesionales’ en el conjunto de las cuatro titulaciones oficiales que imparte: dos grados y dos másteres universitarios. Por otro lado, también en 2015, la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas ESADE alcanzó el reconocimiento favorable de la dimensión ‘Internacionalización’ en las tres titulaciones acreditadas: un grado y dos másteres universitarios.

La experiencia de la participación en estos procesos ha sido bastante destacable en varios sentidos. En primer lugar, podemos constatar que ha tenido un impacto directo en beneficio de las dos instituciones participantes en las que se enmarca cada una de las titulaciones con ese distintivo, puesto que ha permitido realizar un análisis exhaustivo de un aspecto en el que la titulación ya destaca por sus buenos resultados. De este análisis se obtiene un proceso de mejora que incrementa el valor de esa dimensión como punto fuerte de la titulación y del centro, al mismo tiempo que refuerza los vínculos con las entidades y todos los agentes implicados (centros de prácticas, estudiantes, antiguos estudiantes y empleadores).

En segundo lugar, este proceso de evaluación nos ha permitido obtener feedback en una dimensión concreta por parte de un conjunto de expertos académicos de reconocido prestigio y externos a la universidad, que aportan una visión objetiva, rigurosa y altamente comprometida con los estándares internacionales de calidad.

En tercer lugar, permite a la Universitat Ramon Llull contar con un sello de calidad de AQU Catalunya, que otorga un valor adicional al título dentro del sistema universitario catalán y que, como consecuencia directa, impacta positivamente en el resultado de la evaluación en otros procesos del Marco VSMA.

A pesar de los aparentes beneficios, este proceso no está exento de dificultades para las universidades que quieran optar a una o varias dimensiones adicionales. Nos encontramos ante la necesidad de realizar un esfuerzo añadido, que deberán afrontar, principalmente, todas aquellas personas más directamente implicadas en la titulación, quienes previamente ya han tenido que hacer frente a un proceso de evaluación exhaustivo y de obligado cumplimiento para lograr la acreditación de la titulación.

Además, como este proceso debe llevarse a cabo una vez finalizado el proceso propiamente de acreditación de las titulaciones, puede llegar a darse el caso de que el centro tenga que afrontar simultáneamente la evaluación de las dimensiones adicionales de los títulos ya acreditados y la acreditación de nuevos títulos en el mismo centro.

Además, tal y como se ha anunciado desde AQU Catalunya, a partir del presente curso 2016-2017 este proceso se desarrollará aparte del proceso ordinario de acreditación de los títulos, con la constitución de comisiones ad hoc para cada dimensión, lo que también comportará un coste económico añadido para las universidades. Creemos que, dado el esfuerzo que supone para todo el mundo hacer frente a estos procesos, sería más que deseable un reconocimiento oficial y final, por parte de las resoluciones ministeriales y del Consejo de Universidades, del resultado de la evaluación de esas dimensiones adicionales, más allá del reconocimiento de la propia Agencia.

Por último, y ya con una mirada más prospectiva, pensamos que habría que realizar una reflexión añadida sobre cómo encajan los tempos de estos procesos complementarios de evaluación en los nuevos marcos legales vigentes, para evitar o atenuar la sobrecarga de las universidades y agencias. En ese sentido, apoyamos y apostamos decididamente por la aplicación y desarrollo del artículo 14 (capítulo 3) del Real Decreto 420/2015, de 29 de mayo, de creación, reconocimiento, autorización y acreditación de universidades y centros universitarios, por el que se regula la acreditación institucional de centros de universidades públicas y privadas, como evolución natural del actual modelo de acreditación de títulos.

En el desarrollo positivo del reconocimiento de la acreditación institucional de los centros nos va buena parte de la sostenibilidad de este tipo de procesos, a fin de ser más eficaces y eficientes en la asunción de los retos que tenemos planteados como sistema.