Grados 2001
Primer estudio de inserción laboral de los graduados de las universidades catalanas. Resultados:
De este estudio se derivan las conclusiones siguientes:
- Estudios universitarios y trabajo
- ¿Sólo estudiar? ¿O estudiar y trabajar?
- Antecedentes laborales y calidad de la situación laboral
- ¿Por qué tanta educación?
- El peaje de un contexto liberalizador (lentitud y precariedad)
- ¿Movilidad o asentamiento territorial?
- Vía de acceso al empleo
- Género, estudios universitarios y trabajo
- La satisfacción global de la situación laboral
- La valoración de la formación universitaria
- La repetición de la carrera como indicador de satisfacción
- Tablas
- Características técnicas
Estudios universitarios y trabajo
Aquellos que alcanzan una titulación universitaria se orientan claramente a la actividad laboral y profesional y en un alto porcentaje se insertan en la población activa. Además, la posesión de un título universitario supone una mejor situación del individuo de cara a la búsqueda de trabajo. La respuesta a la pregunta de si están en paro los graduados universitarios tres años después de haber acabado los estudios universitarios es claramente negativa. Sólo el 6% de los graduados universitarios estaban en paro tres años después de haberse graduado. Humanidades y Ciencias Experimentales (11%) e Ingenierías (3%) marcan los extremos. Un dato a remarcar es que el 4% del total del grupo que se ha estudiado se encuentra en una situación de inactividad (personas en paro que no buscan trabajo). Ese porcentaje se dobla en el caso de Ciencias Experimentales (9%).
¿Sólo estudiar? ¿O estudiar y trabajar?
El 59% de los graduados habían realizado los estudios como estudiantes a tiempo completo (el 73% y el 77% en Ciencias de la Salud y Ciencias Experimentales, respectivamente), aunque sólo el 14% de ellos estaban empleados a tiempo completo (el 6% y el 5% en Ciencias de la Salud y Ciencias Experimentales, respectivamente). El resto trabajaba a tiempo parcial. Se puede ver que existe una clara tendencia de los jóvenes a alcanzar niveles de formación superior, como una garantía para competir de forma más favorable en el mercado de trabajo. Esto hace que sea muy probable que, durante la presente década, aumente el número de jóvenes que compatibilizarán el trabajo con los estudios (estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona, 2002).
Antecedentes laborales y calidad de la situación laboral
Trabajar durante la carrera en un empleo relacionado con el campo de estudio es un factor que facilita una mejor calidad de la situación laboral de los graduados catalanes. El 70% de los que tenían un trabajo relacionado con los estudios se consideran adecuadamente insertados. La misma opinión manifiestan el 65% de los que sólo estudiaron. Sin embargo, para aquellos que han desarrollado trabajos no relacionados con los estudios el porcentaje cae hasta el 47%.
¿Por qué tanta educación?
Dos tercios del total de los graduados consideran que están adecuadamente insertados (la titulación universitaria y sus funciones y tareas se corresponden). Para el 14% su trabajo se encuentra por debajo de la exigencia del título a la hora de su contratación. Para el 7% aún no ha llegado la hora en la que el empleador les reconozca que, aunque no les pidió el título universitario (quizás por una posible relación con posteriores derechos salariales), el trabajo que desarrollan requiere su formación universitaria. Únicamente al 15% de los graduados no se les pidió el título universitario para ser contratados ni consideran que la formación adquirida sea necesaria para las funciones y tareas que realizan (hay, pues, una sobreeducación). Los extremos los marcan el 6% y el 3% en Técnicas y Ciencias de la Salud, respectivamente, y más del 32% en Humanidades.
El peaje de un contexto liberalizador (lentitud y precariedad)
Los datos señalan que más de la mitad de los graduados con empleo tres años después de haber acabado los estudios ya trabajaban antes de acabar la carrera, y el 26% antes de tres meses. Sólo el 5% dice que ha tardado más de un año en encontrar trabajo (el 9% en el caso de Humanidades y Ciencias Experimentales). En cuanto a la estabilidad del trabajo, el 55% de los ocupados tenían un contrato fijo, el 8% eran trabajadores autónomos, el 36% tenían un contrato temporal (sólo el 26% en el caso de Ingenierías frente al 50% de Humanidades y Ciencias Experimentales) y el 2% se encontraban en una situación irregular, sin contrato. Dos hechos contribuyen a la generación de un contexto escasamente facilitador de la inserción de los universitarios: por un lado, el frenado del sector público como empleador y, por otro, los salarios que durante los primeros años de empleo son superiores en el sector privado para gran parte de los graduados.
¿Movilidad o asentamiento territorial?
Existe una clara tendencia de los graduados en Catalunya a permanecer en la comunidad autónoma donde han estudiado. Sólo el 6% de los mismos trabajan fuera de Catalunya. Y el 71% del total de graduados de las siete universidades públicas de Catalunya trabajan en la provincia de Barcelona, pese a que el 12% de graduados en las universidades de esta provincia trabajan fuera de ella.
Vía de acceso al empleo
La vía de acceso al primer empleo identifica a las amistades como primera estrategia (40%), seguida de los anuncios en prensa (17%), las estancias de prácticas en las empresas (9%) y las bolsas de trabajo de las universidades (8%). Los servicios institucionales de empleo se utilizan poco (3%).
Género, estudios universitarios y trabajo
Los datos ponen de manifiesto que la situación de las graduadas en Catalunya no presenta diferencias con relación a la situación de los hombres, tanto con respecto a la tasa de empleo como a la calidad de la inserción. Tampoco se confirman diferencias en cuanto a la celeridad de la inserción. Ahora bien, sí que existen claras diferencias en los salarios percibidos. Mientras que en tramos inferiores (hasta 18.000 euros) el porcentaje es mayor en las graduadas, en los tramos entre 18.000 y más de 40.000 euros la situación se invierte, aunque es cierto que en el intervalo de los 18.000-30.000 euros es en el que se nota la mayor diferencia. La clara discriminación de salarios es constante en los estudios internacionales.
La satisfacción global de la situación laboral
En general, los graduados se sienten suficientemente satisfechos con su situación laboral global: una valoración de 5,38 en una escala de 1 a 7 (equivalente a un 7,7 en una escala de 0 a 10) es la que se obtuvo como media en las encuestas telefónicas, con diferencias mínimas entre áreas (5,26 en Humanidades y Ciencias Experimentales frente a 5,57 en Ciencias de la Salud). En el estudio europeo [GARCÍA-MONTALVO, MORA, 2000], la valoración de las respuestas a la pregunta de si es satisfactorio el trabajo actual fue de 6,6 en una escala de 0 a 10.
La valoración de la formación universitaria
Formación teórica y formación práctica: es muy significativo que los graduados valoran con un nivel más alto la formación teórica recibida en la universidad que su formación práctica. Las diferencias entre el nivel de formación alcanzado en la universidad y la exigencia de esta formación en el trabajo parecen apuntar a un déficit de formación práctica. Los graduados no otorgan excelentes notas al nivel alcanzado en su formación, pero tampoco le otorgan un suspenso. Competencias transversales (tales como la comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo, la solución de problemas, el pensamiento crítico, el razonamiento, la creatividad, la gestión y las competencias instrumentales): existe una tendencia a valorar menos la formación recibida en estas competencias por parte de los graduados catalanes que a las que hacen referencia a la formación teórica y práctica, a la vez que se da una mayor valoración de la demanda de dichas competencias en el puesto de trabajo. Excepto, pues, en la formación teórica, aparece un diferencial negativo entre la valoración de la formación recibida y la exigida para el desarrollo de sus funciones.
La repetición de la carrera como indicador de satisfacción
Prácticamente el 70% de los graduados afirman que volverían a repetir la misma carrera. Uno de cada 3 graduados no parece demasiado satisfecho de los estudios que ha hecho. Las diferencias afectan fundamentalmente a Ingenierías (1 de cada 4) y Humanidades (donde casi el 40% no repetiría la carrera cursada). Los datos obtenidos en este estudio están en la línea de uno de los estudios más fiables internacionalmente, el derivado del National Graduates Surveys de Canadá.
Tablas
- Estatus de inserción
- Primera inserción - Satisfacción con el trabajo actual
- Adecuación entre el trabajo y los estudios
- Condiciones laborales
- Valoración de la adecuación de la formación
Características técnicas
Año de realización: 2001
Universidades que participan: UB, UAB, UPC, UPF, UdG, UdL, URV.
Población de referencia y muestra: 21.178 / 9.765