Tener hijos tiene un impacto negativo en la carrera profesional de las mujeres
Según una macroencuesta realizada por AQU Catalunya a una muestra de 3.000 titulados y tituladas universitarias catalanes durante los últimos veinte años, la maternidad puede desembocar en la reducción de la jornada y del sueldo de las mujeres y perjudicar posteriormente sus posibilidades de alcanzar cargos de responsabilidad.

La Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña ha obtenido datos concluyentes sobre cómo las carreras profesionales de los hombres y las mujeres evolucionan de forma diferente a partir del momento en que tienen hijos. Después de haber seguido las circunstancias personales y profesionales de 3.000 titulados superiores catalanes en los últimos veinte años, AQU Catalunya ha podido observar cómo la maternidad tiene un impacto negativo en la vida profesional de las mujeres debido al reparto no equitativo de las tareas de cuidado de los niños y también del hogar. Por este motivo, la maternidad tiene un impacto negativo en primer término para las mujeres pero, además, también se convierte en un lastre para el futuro de su carrera profesional.
Una de los primeros datos que evidencia esta realidad es que las mujeres se acogen el triple que los hombres a tener una jornada laboral parcial veinte años después de haberse titulado. Específicamente, los hombres optan por hacer uso de este derecho laboral en un 5% mientras que las mujeres lo hacen en 16,3%. Además, los motivos por los que optan a la jornada parcial hombres y mujeres también son muy sintomáticos de la desigualdad de género fuera del ámbito laboral. Los hombres mayoritariamente se acogen porque no quieren trabajar más horas o porque no han encontrado un trabajo a jornada completa. En cambio ellas, en un 76,2%, explican que han optado por este tipo de jornada por razones domésticas y familiares.
Consecuencias a corto, medio y largo plazo
El factor titulación y el impacto de la maternidad hace que las mujeres ganen sólo un 82% del salario total que perciben los hombres a los veinte años de haberse graduado, una realidad que, a su vez, implicará que también tengan unos ingresos menores cuando se jubilen.
A medio plazo, este reparto desigual de los cuidados familiares que tiene lugar cuando las tituladas tienen hijos también tiene un impacto negativo más allá de su sueldo, ya que resulta decisivo en el desarrollo de sus carreras profesionales. Concretamente, veinte años después de graduarse, los hombres ocupan más del doble de cargos de responsabilidad que las mujeres, que tienen un 48% menos de posibilidades de lograr espacios de dirección en la jerarquía de sus compañías.
Un análisis hecho a lo largo de veinte años
Este estudio de AQU Catalunya ha implicado entrevistas con los 3.000 encuestados de una misma promoción en tres momentos a lo largo de los últimos veinte años. La primera fue cuando llevaban tres años titulados, la segunda cuando llevaban diez y la última cuando llevaban veinte, en el año 2020. A lo largo de estas dos décadas, se puede observar la diferente evolución a nivel laboral entre ambos sexos, que se hace más marcada en la última encuesta, que coincide en el momento en que los titulados ya han decidido mayoritariamente tener hijos.
La formación superior se demuestra como un mecanismo de igualdad que reduce la brecha de género en la inserción laboral. Esto lo demuestra el hecho de que, antes de que se tengan hijos, prácticamente no haya diferencias laborales entre hombres y mujeres y que el único hecho determinante en relación con su inserción laboral sea la titulación elegida. Sin embargo, a los 20 años de haber obtenido la titulación universitaria se demuestra que el factor sexo influye en la calidad de la inserción laboral de las mujeres.
Este estudio cuenta con el apoyo del Instituto Catalán de las Mujeres, del Consejo Interuniversitario de Cataluña y de las universidades públicas catalanas.
La inserción laboral de las mujeres veinte años después de finalizar los estudios universitarios